Cuando parecía que la polémica por las contrataciones directas en la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande iba a empezar a pasarle facturas al oficialismo, el jefe de la delegación uruguaya en el organismo, Carlos Albisu, renunció a su cargo. Un dirigente nacionalista consideró que el episodio “debería servirnos para aprender de los errores”. “Cuando en el Partido Nacional no hay un ala wilsonista es todo el partido el que pierde. A Albisu claramente no le alcanzaron los apoyos. Si hubiera contratado más wilsonistas, a lo mejor aún estaba en el cargo”, agregó. Es que la mayoría de los dirigentes nacionalistas que ingresaron directamente a la CTM pertenecían al sector de Luis Lacalle Pou y Albisu, Aire Fresco. El dirigente consultado opinó que el organismo “quedó demasiado volcado al clientelismo de derecha y abandonó la pata del clientelismo de centro. Y que no vengan los funcionarios acomodados con que ellos se consideran de centro. Son de derecha”.
Satisfacción: en el Partido Nacional celebran que sigan apareciendo “a raudales” las oportunidades para que el presidente demuestre su capacidad de tomar medidas cuando alguien hace algo mal.