Las autoridades de la educación están determinadas a implementar cambios en los programas de educación secundaria, a pesar de las fuertes resistencias de los sindicatos docentes. Ayer se anunció que a partir del próximo año los liceales tendrán un límite de ocho preguntas filosóficas anuales para realizarse. Según explicó el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, lo que se busca con esta medida es “concentrar los esfuerzos del sistema en formar a los estudiantes para una rápida inserción en el mercado laboral”. El jerarca explicó que “desde el sector empresarial se nos dice que uno de los grandes problemas que enfrentan a la hora de contratar gente es que los jóvenes se hacen demasiadas preguntas. Entonces, nosotros no podemos estimular a los estudiantes a que vayan por el mundo planteándose dudas existenciales, porque nadie quiere contratar a una persona que solamente sabe hacerse preguntas pero no tiene idea de cómo apretar botones para hacer funcionar alguna máquina”.

La frase: “No es bueno pedirles a los estudiantes que observen el cielo durante mucho tiempo, como hacen los profesores de Astronomía, porque eso los lleva a preguntarse de dónde venimos, hacia dónde vamos y cosas por el estilo”. Pablo da Silveira, ministro pragmático.