El sistema político se dividió en estos días en torno a unas declaraciones polémicas del presidente de la Junta Nacional de Drogas, Daniel Radío, que advirtió que leer con frecuencia tuits del senador Sebastián da Silva o escuchar sus declaraciones puede incitar a probar otros legisladores de efectos mucho más fuertes.

“Los primeros síntomas pueden ser leves, como publicar noticias falsas o desvariar en algún tuit, pero quienes se exponen a eso pronto necesitan sensaciones más fuertes y tarde o temprano recaen en el consumo de Graciela Bianchi”, apuntó.

En ese caso los efectos pasan a ser más graves y de difícil reversión, como verborrea incoherente, psicosis y alucinaciones o pérdida de contacto con la realidad en general.

Consumo pasivo: se estima que 50% de los parlamentarios sufrirá efectos secundarios por exponerse a Bianchi y Da Silva en forma sostenida.