El pasado domingo se desencadenó un incendio en la ladera norte del icónico cerro Pan de Azúcar, generando, producto del accionar del fuego sobre la glucosa, un “inédito efecto de caramelización” en la zona afectada.

Más allá de la preocupación ambiental y vecinal, el fuego ya estaría controlado y desde el Ministerio de Turismo ya piensan cómo sacarle provecho a este fenómeno, proyectando “algo así como el salar de Uyuni pero al revés, de carácter dulce”, según palabras del ministro Tabaré Viera, quien vislumbra “un gran epicentro de turismo gastronómico-infantil”.

Por su parte, desde el Ministerio del Interior han reforzado los controles en los alrededores ya que han sido vistos al acecho, merodeando la zona, oportunistas vendedores de manzana caramelizada. “Pretenden sumergir allí sus frutas y sacar provecho de un bien que es de todos”, para luego “venderlas en la rambla de Piriápolis”, afirmó un jerarca policial.

Precaución: Bomberos “entiende la tentación”, pero advierte que “las quemaduras con caramelo son bravas” y recomienda no acercarse a la zona.