“Sabemos que la gente lo hace de buen corazón y con ánimo de ayudar a los perritos, pero la verdad es que este año ellos sufrieron mucho más que en cualquier año anterior”, explicó una militante por los derechos de los animales. Es que los reclamos para que se deje de usar pirotecnia sonora vienen aumentando año a año, pero en las pasadas fiestas tradicionales por primera vez generaron un ruido que superó al de los propios fuegos artificiales. “El problema con estos temas es que la gente se apasiona, se deja llevar, entonces empiezan diciendo lo mal que está esto de los fuegos artificiales, pero a los cinco minutos ya están gritándole al vecino, diciéndole que es un hijo de puta que no piensa en los pobres perritos. Hay que explicarles a los ciudadanos que, antes que hacer eso, es preferible que tiren una cañita voladora”.

El posteo: “¿Cómo pueden hacerles esto a los perritos? ¡Hijos de mil putas, ojalá que les metan un volcán encendido en el ojete y mueran por las quemaduras internas en el intestino!”. Usuario de X sensible y empático.