Para muchísimos uruguayos, el gobierno de Luis Lacalle Pou fue una suerte de calvario interminable, por lo que la victoria de Yamandú Orsi desató festejos repletos de entusiasmo y efusividad. De hecho, con el paso de las semanas son muchos quienes aún están con ánimo de celebrar la derrota de la coalición multicolor. “¡Se van! ¡Se vaaaaaan! Chau, multifrutas, no los vamos a extrañar. A llorar al cuartito durante los próximos cinco años”, escribió ayer en la red social X un oficial retirado que está acusado de cometer delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar.

En el caso de los represores encarcelados en Domingo Arena, que no tienen acceso a internet, el clima de optimismo por la llegada del Frente Amplio al poder se conoce por relatos de sus familiares. “Mi padre pasó momentos muy duros en los últimos años, y de hecho no sabemos si va a poder salir en algún momento, pero la victoria del Frente Amplio y la vuelta de los tupamaros como intermediarios entre la institución militar y la sociedad civil le devolvió algo muy importante que había perdido: la esperanza. No sé en qué va a terminar esto, pero mejor que en los últimos cinco años le va a ir”, escribió la hija de un militar procesado por violaciones a los derechos humanos.

La aclaración: “No es cierto que tengamos un pacto con los militares. Lo hacemos de onda, porque nos gusta”. Tupa viejo.