El presidente de Estados Unidos se refirió el miércoles a su par de Rusia como un “loco hijo de puta”, algo que provocó una respuesta airada del Kremlin. Pero además, las palabras de Biden generaron preocupación entre los encargados de su seguridad. “Este no es el tipo de cosas que Putin deja pasar así como así. Y oportunidades para represalias no le van a faltar, porque Biden toma 234 pastillas todas las mañanas, o sea que hay 234 posibilidades para envenenarlo.

Además, la seguridad de Biden sospecha que Putin va a intentar concretar su plan “lo antes posible”. “Si efectivamente quiere demostrarle al mundo que nadie puede insultarlo y salir impune, va a tener que hacer algo antes de que Biden se muera, cosa que puede pasar en cualquier momento. Es lógico que intente apurarse”.

La teoría: “Sospechamos que el presidente Biden creía estar hablándole a un bisabuelo suyo que le pegaba cuando tenía tres años”. Geriatra de la Casa Blanca.