Las visitas de Donald Trump y Joe Biden al muro limítrofe con México puso nuevamente en el tapete el tema de la inmigración irregular. Imágenes de ciudadanos de México y América Central acampando en la frontera, esperando una oportunidad para cruzar al otro lado, revelaron la dura situación de miles de personas. “No acampo acá porque me gusta. Acampo porque estoy desesperado. Atrás mío no queda nada. Mi única meta es cruzar la frontera y poder acampar en las afueras de Los Ángeles. Dicen que ahí el clima es mucho mejor y la Policía te persigue, pero por lo menos no te roba tu dinero”, afirmó una ciudadana salvadoreña.

Otro de los acampantes, un padre de familia mexicano, aseguró: “Lo primero que voy a hacer ni bien pueda cruzar la frontera es deshacerme de esta carpa mugrienta que llevo a cuestas desde hace meses y comprarme una nueva en Los Ángeles. Me cansé de vivir como un pordiosero”.

La auténtica desesperación: “Si gana Donald Trump, la cosa se va a poner complicada. Hoy por hoy, todas nuestras esperanzas están puestas en un anciano que tiene que andar todo el tiempo acompañado, pero no por motivos de seguridad, sino porque solo se perdería”. Migrante realista.