Desde el inicio se desata polvareda: “En el lenguaje de la política uruguaya puede decirse que el agrupamiento de diversas corrientes a partir de la distinción entre izquierda y derechas se inició a fines del siglo XIX y terminó de afianzarse con el movimiento político asociado a la figura de José Batlle y Ordóñez y a sus dos gobiernos de comienzos del siglo XX”. Es el anuncio del diálogo-debate entre los primeros pasos socialistas y la marcha transformadora del primer batllismo, en permanente tensión con el quehacer sindical. Está el Frente Amplio, por supuesto, con sus internas y controversias entre socialistas, comunistas, tupamaros y cristianos, por citar algunos ejemplos. Pero también aparecen los feminismos, las cooperativas y el pensamiento anarquista. En cuanto a las semblanzas, van desde las obvias de Liber Seregni y Rodney Arismendi hasta otras menos evidentes para una primera selección, como la de Óscar Maggiolo. En todos los perfiles se echa en falta que los autores –que tienen las herramientas para hacerlo– hubieran dejado fluir con más libertad la vena narrativa, aflojando los tientos del corsé historiográfico, y en varios se extraña la mención de algunas sombras. Con todo, este es el más vibrante de los tres tomos (aunque esto no implica opacar los otros). Aquel que tenga la posibilidad de acceder a la trilogía no debería limitarse al que se corresponda con su opción política. Ganará en perspectiva si se asoma (con todos sus sanos prejuicios a cuestas) a este imprescindible conjunto.

Gerardo Caetano, Aldo Marchesi y Vania Markarian. Crítica. Montevideo, 2021. 422 páginas. 1.190 pesos.