Este perfil periodístico de Gustavo Nocetti, el último gran nombre entre los cantores de tango uruguayos y a la vez fogonazo inaugural de lo que vino después, interesa mucho más allá de los límites de la música ciudadana, y más allá incluso de los límites de la música en general. Es una deriva vital que, como ya se insinúa desde el título, contiene la semilla de lo trágico.

El lector tiene que abrirse camino, primero, entre cierta confusión sobre dónde terminan los prólogos —de mucho interés, como el de Álvaro Ojeda— y los otros paratextos de palabras preliminares, y dónde comienza el trabajo de Arenas. E incluso una vez que se avanza en el perfil propiamente dicho, parece haber una superposición de técnicas que no favorecen la unidad del relato. Sin embargo, se trata de obstáculos menores para el disfrute de un libro que confirma a José Arenas como un autor de múltiples registros, desde la poesía hasta la narrativa (con su potentísimo antecedente de Papeles suizos), cuerdas que aquí combina con su conocimiento del universo del tango y con una paciente y prolija investigación acerca del personaje retratado. El resultado golpea de tan buena manera que ni siquiera importa, al final, que la maleza oculte algunos “datos biográficos duros”. Hacía falta un libro como este, que le hiciera justicia a un artista que logró, como intérprete, una dimensión autoral. Baste recordar, en ese sentido, aquellas versiones en vivo de “Libertango”, de Astor Piazzolla, un tema que sólo alcanzó “su definición mejor”, como podría haber dicho José Lezama Lima, en la voz y el ímpetu de Nocetti.

El favorito de los hados. José Arenas. Pez en el Hielo, Montevideo, 2022. 248 páginas. 590 pesos.