¿Qué le hace reír sin parar?

A veces, los buenos comediantes, cuando aparecen.

¿Y llorar?

El recuerdo de la muerte de mi hermana Tina.

¿Qué abrazo no se le quita del cuerpo?

Los de mi mujer y mis hijos.

¿Qué sueño recuerda con más intensidad?

Fue una pesadilla recurrente de mi niñez. Yo andaba en la infinidad, sin cuerpo, era solo una conciencia. Unas voces en el espacio me hablaban, pero no les podía entender.

¿En qué momento se sintió más vivo?

Al trepar un coco a puro músculo y llegar hasta la fruta colgante, en la costa caribeña de Honduras, a los 18 años.

¿Qué cocina para sus amigos?

Cocino poco, pero sería una pasta a la puttanesca. Es lo único que sé hacer.

Un libro que no haya leído impunemente.

Johnny Got His Gun, de Dalton Trumbo1.

Una música.

Gymnopédies (1888), de Erik Satie.

Una película.

Apocalypse Now (1979), de Francis Ford Coppola.

Un fuego que no deje de arder.

El deseo de explorar lo desconocido; y el primer amor.

Alguien o algo que dejar arder en el fuego.

Al fascismo. Al racismo. Y entre los que siguen vivos: a Jair Bolsonaro, Donald Trump, Recep Erdogan, Vladimir Putin, Nayib Bukele, Daniel Ortega2. La lista es larga.

¿Con qué personaje histórico se tomaría un café?

Con el Che.

¿Y con cuál se iría de copas?

Con Werner Herzog.

¿Qué estatua quitaría para siempre?

La del rey Leopoldo de Bélgica, en Bruselas.

Galeano dijo que la receta perfecta del marxismo mágico es mitad razón, mitad pasión y una tercera mitad de misterio. ¿Qué tres personajes combinaría usted para sus propias ideas?

El Che, Nicolás Maquiavelo y Nelson Mandela. Combinan la mística del justiciero idealista, el sentido común inmisericorde, que es esencial para prevalecer en la guerra del poder, y el espíritu humanista del amor al prójimo y la reconciliación. Es una mezcla turbulenta y contradictoria, pero potente.

¿Su instante de fútbol preferido?

Cuando no está en la tele.

¿Garrincha o Pelé?

Pelé, por desconocer a Garrincha.

¿Qué pecado prefiere?

La lujuria, sin duda alguna.

¿Qué le diría a Dios?

Te lo jodiste, compadre.

¿En qué le gustaría reencarnar?

En nada. No creo que quiera volver; con esta vida me basta.

¿De qué color es la imagen que le devuelve el espejo?

Azul: el color del cielo, el mar, y de la esperanza.

¿Cuál es el disfraz más peligroso?

El de hombre o mujer que presume de hablar por dios.

¿Qué escribiría en un muro?

Love and peace [amor y paz]. Al final es el único mensaje que vale la pena.

¿Y en la pared de un baño?

Haría un dibujo de Trump chupando la verga de Putin.

¿Qué cosas nunca pueden estar divorciadas?

La conciencia social y la democracia.

¿Para qué le sirve, a usted, la utopía?

Para distraer al hombre de la distopía que tiene enfrente.

¿A qué le dice no, sobre todas las cosas?

Al fascismo.

¿Cuál es la peor palabra del sistema?

Obediencia.

¿Qué vena sangra más, de las que siguen abiertas?

La de la injusticia.

¿Qué pueden hacer los nadies para dejar de serlo?

Estudiar.


  1. La primera edición rioplatense se tituló Johnny tomó su fusil y la tradujo Rodolfo Walsh (Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1972). 

  2. Respectivamente, expresidentes de Brasil y Estados Unidos, y mandatarios de Turquía, Rusia, El Salvador y Nicaragua.