Si en el derecho suele haber dos bibliotecas, cuando se debe castigar la invasión de un país a otro lo que existe son dos galaxias opuestas. A 20 años del inicio de la impunidad de Estados Unidos por la reducción a escombros de un país soberano, Irak, con la excusa de la existencia de armas de destrucción masiva nunca encontradas, el mismo Occidente amenaza con llevar a una corte al presidente de Rusia, Vladimir Putin, por haber invadido Ucrania. No es la única paradoja que surge cuando se plantean los escenarios de este último reclamo. Mientras tanto, en el mar Báltico... al irse conociendo que los países responsables no entran en el casillero de terroristas, el ataque contra el gasoducto Nord Stream ha pasado a llamarse sabotaje: un país amigo no comete atentados.