Carlos Liscano. Fin de Siglo, Montevideo, 2023. 550 pesos.
El 25 de mayo, a los 74 años, falleció en Montevideo Carlos Liscano. Escritor clave de la literatura uruguaya de la posdictadura, fue preso político por 13 años y estuvo exiliado en Suecia a raíz de su militancia en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. Durante los gobiernos de izquierda del Frente Amplio fue subsecretario de Educación y Cultura (en el primer gobierno de Tabaré Vázquez) y director de la Biblioteca Nacional (2010-2015). Es autor, por ejemplo, de un título que quedará en la lista de los 20 libros fundamentales de la literatura carcelaria uruguaya: El furgón de los locos (2001), traducida al francés por Jean-Marie Saint-Lu y al inglés por Elizabeth Hampsten, por no contar sus ediciones piratas en árabe, tanto en Líbano como en Siria.
La semilla de este nuevo ensayo, subtitulado Utilidad de las Fuerzas Armadas, surgió durante la prisión de Liscano, cuando leyó en su celda El desierto de los tártaros (1940), del italiano Dino Buzatti. Según el crítico Alfredo Alzugarat, al avanzar en las reflexiones que entonces nacen, Liscano “no sólo comprenderá definitivamente una oscura etapa de su propia trayectoria, sino que desmenuzará la rutina de la vida militar, el hastío implacable que ‘reseca los sentimientos’ y embrutece al individuo, la obsesión por el orden, el desprecio a los civiles, el miedo a la libertad”. Escribe su autor: “Los militares, si no fueran un peligro, serían una risa”.