De José Arenas. Fin de Siglo; Montevideo, 2024. 192 páginas, 590 pesos.

Seleccionado en el llamado “Crónicas de acá”, del Ministerio de Educación y Cultura, este libro de José Arenas se sumerge en la autoficción con la autenticidad de una prosa que el autor ha venido puliendo desde mucho antes de su exitosa Papeles suizos (Pez en el Hielo, 2019). Si en aquel trabajo, que etiquetó como “novela histórica”, estrellaba su teclado contra los vidrios polarizados que escondía las historias no dichas de su Nueva Helvecia natal, ahora rompe espejos para mostrar cicatrices propias bajo el prisma de la belleza de la escritura. Hay algo de hipnótico en ciertas reiteraciones, hay mucho de discusión con el lenguaje en la elección de los términos. Pero más allá de la disección formal que se pueda hacer sobre su estilo, el libro atrapa por su potencia narrativa. Hay que evitar caer en el etologismo de considerarlo el testimonio (a la distancia temporal) de un joven que descubre su homosexualidad en una pequeña localidad uruguaya, y acometerlo como se lee cualquier buen libro.

Arenas es, además, poeta e investigador del tango. Ojalá este libro sirva para ir hacia su bibliografía anterior, en especial hacia alguno de esos textos fronterizos como Los rotos (Civiles iletrados, 2017), cuando todavía buscaba su identidad de escritor entre la poesía y la novela encontrándose en un género intermedio. O hacia adelante, para leer al investigador de La otra orilla (Yaugurú, 2025), antología de letras del tango uruguayo de 1927 a 2020, presentado el mes pasado en la Fundación Benedetti.