En diciembre de 2015, ante un congreso del Partido Socialista que se anunciaba especialmente polémico, publicamos una serie de artículos (de Gabriel Quirici, Aldo Marchesi, Jaime Yaffé y quien escribe), que buceaban en las raíces de las divisiones de entonces. En el tiempo que pasó, la disputa entre socialistas “renovadores” y “ortodoxos” se intensificó, y el control del partido pasó de los primeros a los segundos. Todas las semanas hay noticias sobre una interna que no parece saldarse.

En este número recuperamos la mirada histórica sobre ese partido, cuyos procesos reproducen —y repercuten en— muchos de los debates que atraviesan a la izquierda uruguaya. Les ofrecemos dos textos muy distintos, tanto en punto de vista como en tono. Sin ocultar su militancia sectorial, el investigador Fernando Errandonea reafirma la vigencia y el vanguardismo del pensamiento del fundador del Partido Socialista de Uruguay, Emilio Frugoni. Su visión busca disputar cierto sentido común que entiende que bajo la conducción de Vivian Trías, sucesor de Frugoni en la conducción partidaria, los socialistas encontraron rumbos más ajustados al mundo de la Guerra Fría.

¿Por qué, entonces, el partido optó por cambiar de conducción? Intentando responder esa pregunta acudimos al trabajo de la historiadora Jimena Alonso, que analiza aquí el devenir de los socialistas desde mediados de la década de 1950 hasta la siguiente.

Estos artículos alimentan nuestra “pequeña biblioteca” sobre el Partido Socialista, que en la edición pasada ya había sumado una contribución del historiador checo Michal Zourak que contextualiza el vinculo de Trías con los servicios de inteligencia de la órbita soviética.

También nuestra nota sobre la situación de los españoles a una década de su triunfo futbolístico en Sudáfrica dialoga con una de la edición anterior, que exploraba los cambios que aquel Mundial 2010 hizo visibles en la sociedad uruguaya.

La actual pandemia, por su parte, ya está teniendo enormes impactos en todas las sociedades. En este número les presentamos una nota que avanza sobre las consecuencias demográficas de la covid-19.

La nota que ilustra nuestra portada, por su parte, no bucea en la historia ni se aventura en el devenir, sino que está anclada en la más cruda actualidad (y, como todas, intentamos que nos ayude a comprender el presente): la ocupación de un terreno en Montevideo por parte de personas sin hogar. De hecho, el trabajo de los fotoperiodistas Mariana Greif, Alessandro Maradei y Ernesto Ryan puede considerarse un work in progress, ya que la situación de los pobladores del barrio Nuevo Comienzo sigue sin resolverse.

En este número, además, cierra la novela gráfica Presidente Carlo, que mira hacia la década de 1990, que de algún modo parece perpetuarse en una u otra orilla del Río de la Plata.

Dos textos sobre la figura paterna (de Marcelo Silveira y de Federico Bianchini) dialogan en nuestro apartado dedicado a la ficción.

Hasta el mes que viene.

Ilustración: Ramiro Alonso.

Ilustración: Ramiro Alonso.

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