“Me enamoré del recuerdo de haber querido a Emily Hale”, escribió el poeta y premio Nobel TS Eliot en 1960, cuando se enteró de que ella había entregado a la biblioteca de la Universidad de Princeton las cartas que él le había enviado entre 1930 y 1957. El autor de La tierra baldía y la docente de arte dramático se conocieron en Harvard, en 1912, antes de que Eliot se fuera a Europa. Los investigadores que accedieron al archivo hablan de ardientes misivas (intercambiaron 1.131 cartas) que Eliot quiso quemar, y que recién ahora, 50 años después, podrían motivar nuevas lecturas de su obra.