La Real Academia Española (RAE) fue noticia en los últimos días debido a la viralización en redes sociales de una palabra que habría sido incorporada a su diccionario. Si bien parte de la información era cierta, el asunto venía con trampa, porque la RAE trabaja con dos diccionarios distintos.
En efecto, la institución está constantemente sumando vocablos a su Diccionario de la lengua española (DLE), ese que suele tomarse como palabra santa en los programas de preguntas y respuestas. Entre las adiciones se encuentran “aliscafo” (en Argentina y Uruguay, embarcación), “mostachol” (en Argentina y Uruguay, pasta seca cortada en canutos acanalados de unos seis centímetros de largo) y “paspadura” (en Uruguay y otros países de América del Sur, agrietamiento o irritación de la piel producidos generalmente por el frío o la sequedad).
También se incorporaron “coronavirus”, “coronavírico” y “covid”, palabras que han pasado a formar parte de nuestro vocabulario en los últimos meses. Sin embargo, la noticia que sorprendió a muchos tenía que ver con el vocablo “covidiota”.
La confusión se debe a que la palabra fue agregada al Diccionario histórico de la lengua española (DHLE), un “diccionario total” que aspira a recopilar el léxico de todas las épocas y todas las regiones en las que se habla español. Mantener y alimentar este reservorio de términos con la incorporación de su contexto histórico facilitaría la interpretación de textos fuera de su momento y lugar de uso, incluyendo los usos lingüísticos accidentales que se limitaron a una época determinada. Los intentos anteriores de concretar esta obra fracasaron, y por el momento sólo existe en internet.
En su décima actualización, el DHLE incorporó, entre otros términos, al mentado “covidiota”. Se lo define como “persona que se niega a cumplir las normas sanitarias dictadas para evitar el contagio de la covid”, en forma de sustantivo y de adjetivo. Y allí mismo se identifican sus primeras apariciones.
“Se documenta por primera vez”, con la señalada acepción, “en marzo de 2020” en un artículo publicado en el portal 20 minutos de Madrid. Luego aparecería en medios como BBC Mundo, el Diario de Sevilla y El Universal de Ciudad de México. Y su etimología es un “calco estructural” de “covidiot”, voz inglesa que proviene de “covid” e “idiot”.
La RAE aclaró en su cuenta de Twitter que “covidiota” existe solamente en este diccionario. “Es una formación posible en español, pero no parece haberse generalizado su empleo, por lo que no la recoge el DLE y no hay una propuesta en estudio para su inclusión. Sí la registra el DHLE”.
#RAEconsultas «Covidiota» es una formación posible en español, pero no parece haberse generalizado su empleo, por lo que no la recoge el «DLE» (https://t.co/3LRhrAkVSk) y no hay una propuesta en estudio para su inclusión. Sí la registra el «DHLE»: https://t.co/kmTnAJqVOG.
— RAE (@RAEinforma) April 26, 2021
Como es necesario aclarar periódicamente, la RAE no inventa palabras, sino que suma al diccionario aquellas cuyo uso ya se ha generalizado. Y como la única forma de generalizar palabras es decirlas, podemos llenar de neologismos nuestro vocabulario con la esperanza de, un día, quizás, pasar a la historia.