En 1969, con 27 años, Cristina Peri Rossi ganó el primer premio de la Biblioteca de Marcha por El libro de mis primos, una novela que juega con la escritura experimental y narra la decadencia de una familia patricia en tiempos revolucionarios. Es un libro fundamental en su trayectoria, pero, salvo por aquella primera edición de Marcha, no había vuelto a publicarse en Uruguay, donde también era difícil conseguir algunas de las reediciones extranjeras.
Resulta lógico entonces que el sello Hum, que desde hace seis años está recuperando todo el catálogo de la premio Cervantes 2021, decidiera volver a publicar El libro de mis primos, aunque el proceso no estuvo exento de obstáculos.
“La digitalización de materiales de hace 50 años ya es de por sí una dificultad. Por suerte han tenido distintas ediciones y Cristina nos ha indicado en cuál apoyarnos para despejar dudas”, explica el editor Martín Fernández.
“Por expreso pedido de la autora, nos basamos en la edición de Marcha de 1969. La edición española de Plaza y Janés, de 1976, no tuvo en cuenta cuestiones estrictamente de diseño y formato –el libro tiene cierta mixtura de textos y géneros– y no salió como el original. Sí es cierto que tuvo algunas actualizaciones léxicas del tipo “nurse / enfermera”, pero a nivel de formato no se respetó el original y mucho juego visual se perdió”, agrega Fernández.
En el aspecto gráfico, la gente de Hum sí hizo una renovación fuerte en el diseño de portada: “Lucía Boiani trabajó proyectando la lujuria de algunos jardines montevideanos en decadencia basada en una foto que nos mandó Cristina a modo de referencia. Esa foto del jardín, según nos contó, fue el sueño que tuvo cuando escribió la novela. ‘Cortázar editó su libro de Manuel imitando el verde del fondo y sólo con letras; fue el libro que inspiró a Julio. Él estaría encantado con esta portada’, nos dijo Cristina”, asegura el editor.
La intensa relación entre el escritor argentino y Peri Rossi es el objeto de Julio Cortázar y Cris, una memoria breve que Hum publicó en 2014. El libro de mis primos ocupa un lugar fundamental en ese vínculo, como cuenta Fernández: “Con este libro fue que se conoció con Cortázar. A él le llega por ser el premio de Marcha, un librero parisino lo guarda especialmente para él. Cortázar estaba justo escribiendo El libro de Manuel, que tenía bastantes semejanzas con el de Cristina. Él le manda una carta a ella directamente a Marcha por 1971-1972, la recibe [Hugo] Alfaro y se la manda a Cristina, que estaba recién exiliada en Barcelona. Es por este libro que se conocen, y él le pide que viaje a París para conocerse. Ese sería el comienzo de una intensa amistad que duraría hasta 1984, cuando muere Cortázar. Nunca llegó a leer La nave de los locos, pero sí supo que Cristina estaba escribiendo esa historia sobre el río al que en la Edad Media mandaban a naufragar a los locos, el Danubio. La portada de la novela de Cortázar remite a la portada verde de El libro de mis primos, salió igual: limpia de imágenes, en verde y sólo las letras del autor y el título”.
Tras ganar el premio con que se celebraban las tres décadas del semanario –el jurado lo integraron nada menos que Juan Carlos Onetti, Ángel Rama y Jorge Ruffinelli–, Peri Rossi, que el año anterior también había obtenido el Premio de los Jóvenes de Marcha con los cuentos de Los museos abandonados, pasó a formar parte de los colaboradores estables del periódico dirigido por Carlos Quijano. Poco tiempo después, en 1972, se iría del país.
“La novela en sí es una alegoría: el premio lo gana en el 69, y en el 68 había explotado todo: se dio el Mayo francés, la muerte de [Martin] Luther King, la guerra de Vietnam, en Uruguay [Jorge] Pacheco Areco había implementado las medidas prontas de seguridad, o sea, era un momento muy convulso y el libro apunta simbólicamente a los derrumbes jerárquicos a nivel familiar y lo que se vivía a nivel de contexto histórico dentro y fuera de fronteras”, opina Fernández.
El libro de mis primos, de Cristina Peri Rossi. Hum, 2022.