Mockba, de Diego Muzzio
Se entiende por qué la editorial Ocho Ojos decidió publicar en Uruguay un libro que ya había aparecido en Buenos Aires en 2007: sus cuentos son buenísimos. Novelista y poeta, el argentino Diego Muzzio logra relatos que son a la vez inquietantes y familiares, entrañables. Sus ambientes, una pieza fundamental para que todo funcione y nos quede resonando, tienen diversos grados de extrañeza. En el cuento que da título al libro (una transliteración amateur de los caracteres cirílicos de la palabra “Moscú” en ruso) uno quiere a la vez que se resuelva el misterio planteado al inicio y que la trabajosa felicidad del trío protagónico –un sepulturero y dos eslavas– dure para siempre.
+21, de Darlis Stefany
Las sagas ya no están destinadas solamente a las aventuras de nobles y dragones. La venezolana Darlis Stefany había contado una primera historia de amores y secretos en +18 y ahora redobla la apuesta con +21, que tiene como protagonista a Mérida, cuyo secreto (siempre hay alguno) es que dibuja historietas de alto voltaje sexual. Claro que llegará la persona que la enamorará, la obligará a ocultar su doble vida y... ¿necesitamos decirlo? Descubrirá ese secreto, tarde o temprano. La autora tiene decenas de títulos publicados gracias al empuje de la plataforma Wattpad, red social de textos literarios que es furor entre el público objetivo de este libro.
Todo arde, de Juan Gómez-Jurado
Dicen que no hay nadie más peligroso que aquel que lo perdió todo, porque ya no tiene nada más que perder. Esto les sucede a tres mujeres que se unen para armar el equipo perfecto: el cerebro, el músculo y la hacker. Gómez-Jurado sabe cómo manejar la tensión de una historia, como lo hizo en la saga de Reina roja (universo al que pertenece esta novela, aunque no es necesario haber leído las entregas anteriores). La trama puede estirar el verosímil del género, pero no será problema para aquellas personas que disfruten de una lectura ágil (ayudada por capítulos cortos) y pochoclera. Que no es necesario ir al cine para calentarse unas palomitas de maíz.
Estrellas alineadas: historias de mujeres y el mar, de Adriana Sartorio Ponce
A partir de una fascinación similar a la del cuento de Juan José Morosoli (y película de Guillermo Casanova) El viaje hacia el mar, Adriana Sartorio recoge y embellece los relatos de 12 mujeres vinculadas, de diversas maneras, a la costa oceánica. Pescadoras, investigadoras, surfistas, empresarias, profesionales, migrantes y meteorólogas dan cuenta de su experiencia con el mar como fuente de trabajo, placer y aventura.
Pelusa Baby, de Constanza Gutiérrez
La chilena Constanza Gutiérrez es una figura destacada de la narrativa chilena: en 2011, cuando tenía 20 años, ganó el premio Roberto Bolaño y, tres años después, su novela Incompetentes, sobre un colegio que toma a estudiantes rechazadas por otras instituciones, se volvió un pequeño éxito. En estos cuentos vuelve con una voz autocentrada que tanto fantasea con estudiar en Hogwarts como se entusiasma con el K-Pop. “En la colonia tolstoiana”, el relato de apertura, sugiere una historia de fantasmas, pero tiene una vuelta de tuerca afirmacional. “El método Pelusa Baby”, sobre una persona que busca adoptar la actitud distanciada de los gatos, da no sólo el título, sino también el tono del libro: poco tendiente al drama y tranquilamente divertido.
Frente Amplio de Paysandú: 1971-2005, de Carlos Caillabet
Aunque existen muchos escritos sobre la historia del Frente Amplio, no es común encontrarse con estudios dedicados a sus encarnaciones locales, y menos en forma de libro. Sólo por eso, este del escritor y periodista Carlos Caillabet valdría la pena, pero, en rigor, se trata de un trabajo más abarcativo, que incluye información sobre antecedentes del frenteamplismo y sobre agrupaciones políticas que no se sumaron a la coalición, por lo que se trata, en cierto modo, de un estudio sobre las izquierdas con anclaje en Paysandú y, aún más, sobre la incidencia de ciertos acontecimientos ocurridos en ese departamento en episodios clave de la historia reciente a nivel nacional.
Basado en investigaciones de prensa y en alrededor de 300 testimonios, Caillabet (también integrante del movimiento tupamaro) rescata así a decenas de protagonistas locales, tanto notorios como casi anónimos, mayormente provenientes de la capital departamental, una ciudad marcada por el impulso a la industria promovido por el neobatllismo y su posterior declive. Así, expone cómo la tensión capital/interior en relación a la recepción de las propuestas progresistas también se dio a nivel departamental, señala el caso de corrupción de la Intendencia de Paysandú que provocó un escándalo en las semanas previas al golpe de Estado y recuerda que Paysandú fue el departamento que expresó el mayor rechazo a la propuesta constitucional de los dictadores en 1980 (es conmovedor el relato del festejo clandestino con el que debieron conformarse los militantes locales). También hay espacio para muchísimas anécdotas, alguna de ellas entre ominosas y risibles, como los patoteos de blancos y colorados tras la derrota frenteamplista en 1971, que incluyeron el ataque a casas de militantes y la exhibición de un lagarto muerto bautizado “Seregni”. Exilios, desapariciones y retornos también son registrados en los capítulos dedicados a la dictadura. Tal vez podría decirse que los últimos tramos del libro –la historia culmina en 2005, con el triunfo del Frente Amplio a nivel departamental, eco de la victoria nacional de 2004– tienden a concentrarse en lo electoral, pero habría que ver si eso no es simple reflejo de lo que le ocurrió al propio partido en esos años.