En la tarde de este domingo, bajo una alerta meteorológica color naranja, una tormenta de fuertes vientos y lluvias intensas pegó fuerte en Pan de Azúcar y Piriápolis. Se constataron voladuras de techos y chapas, caída de árboles y daños materiales en el alumbrado público, autos y contenedores.

El equipo de Bomberos de la ciudad de Pan de Azúcar trabajó, en coordinación con el Centro de Comando Unificado, desde la 1.00 hasta el mediodía del lunes, sin constatar víctimas fatales o lesionados.

La caída de columnas afectó el tendido eléctrico y las redes de comunicación. Una parte de la ciudad se quedó sin energía, incluyendo al propio destacamento de Bomberos.

“Andábamos medio a ciegas. Para los temporales a los que veníamos acostumbrados, este fue más fuerte de lo normal, fueron minutos preocupantes”, dijo a la diaria el jefe de Bomberos de Pan de Azúcar, Nerio da Mota.

El funcionario dijo que cuadrillas de UTE y Antel todavía están trabajando en la zona, aunque en gran parte de la ciudad los servicios ya se restablecieron.

Por otra parte, Da Mota adelantó que en las próximas horas se reunirán con el Centro Coordinador de Emergencias Departamentales de Maldonado para determinar cuántas fueron las viviendas afectadas.

Además, se constató la voladura parcial del techo del destacamento de Bomberos y de la terminal de ómnibus de la ciudad, así como la rotura de ventanales. Varios vehículos que transitaban por la ruta a esa hora fueron arrastrados por los fuertes vientos y tuvieron que desviar su camino.

Un trabajador de una obra en Camino de los Arrayanes le contó al semanario La Prensa la situación que vivió con sus compañeros mientras estaban en un contenedor que utilizan como comedor: “Nos metimos debajo de la mesa y volaban vidrios y todo lo que había dentro del contenedor. Cuando nos dimos cuenta, el contenedor estaba arriba del auto de un compañero y el contenedor que se utilizaba como oficina cayó sobre mi moto, una desgracia con suerte”.

El alcalde de Pan de Azúcar, Alejandro Echavarría, dijo a Telemundo que este lunes siguen con los trabajos junto al municipio, la Policía y Bomberos. “Lo urgente son los techos de las viviendas, ya que el tiempo sigue amenazante”, agregó.

En Piriápolis, en tanto, la lluvia provocó importantes inundaciones, similares a las que se registraron en enero.

Un equipo del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) se traslada a estas horas hacia Pan de Azúcar y Piriápolis para determinar si se trató de una turbonada, un tornado o una corriente de aire descendente, según aseguró a Telemundo la directora de Servicios Meteorológicos del instituto, Natali Bentancor.

La funcionaria del Inumet explicó que las turbonadas son rachas de vientos de entre 60 y 100 kilómetros por hora y que concurrirán a evaluar los daños ocasionados, ya que se trató de una tormenta con características “severas”, con vientos que podrían haber alcanzado incluso mayores velocidades.