Las familias del barrio Kennedy en Maldonado se encuentran a la espera del ansiado realojo hacia el nuevo barrio, que está ubicado en la avenida Liber Seregni y la ruta Perimetral. La Intendencia de Maldonado lleva adelante un plan de realojamiento con una inversión cercana a los 55 millones de dólares, un monto que se pagará a 15 años mediante un fideicomiso, que fue aprobado por legislativo departamental y cuenta con el “respaldo” del gobierno nacional.

Mientras comienza a ejecutarse el plan de la comuna, la mayoría de las familias aún continúan en el barrio y denunciaron que las carencias que ya tenían se “agravaron” cuando comenzó el realojo. La mayor preocupación desde hace varios días es la falta de agua potable y las dificultades que eso conlleva para el aseo diario, la cocina y la limpieza.

Sin embargo, los problemas de saneamiento no son una novedad para los vecinos. “Esto viene desde hace mucho tiempo, ahora con el realojo ha empeorado, cada tanto se corta el agua. Algunos vecinos tenemos, pero un chorrito, que no sale en el lluvero”, dijo a la diaria María José Correa, vecina del barrio.

Durante los meses de verano y frente a la sequía que afrontó el país, el panorama fue crítico en el barrio. Correa manifestó que se bañaban a la medianoche o a la 1.00 para contar con agua potable y que la poca presión no fuera un problema.

La vecina explicó que desde que se dio inicio al realojo las antiguas viviendas fueron derribadas y la maquinaria comenzó a “romper caños” y “todo empeoró cada vez más”. Debido a esta situación varios vecinos conectaron sus cañerías a los caños de las casas que quedaron deshabitadas o demolidas para tener más presión de agua, sin embargo, esto generó innumerables “pérdidas”.

Asimismo, Correa sostuvo que hay varias calles inundadas, que ya no se pueden transitar o que se han convertido en “pantanos” por los caños rotos y pozos de baños abiertos que dejaron los derrumbes. “Las calles inundadas se hicieron pantanos que no se pueden usar y siguen perdiendo agua, hay baños abiertos de cuando tiraron abajo las casas y hay pérdidas. Pasa cualquier niño ahí y se puede caer dentro de los pozos. La intendencia nunca fue a dar soluciones por las calles que ya no existen, por las inundaciones”, ilustró.

Reiteró que “cada tanto se corta el agua” y que algunos vecinos hace más de “dos semanas” que no cuentan con agua potable en sus hogares. Aseguró que se “ayudan entre ellos” para abastecerse de agua para “bañarse, cocinar, limpiar, tirar un balde en el baño y evitar infecciones” o buscan “ayuda” en casas de familiares.

Correa apuntó que han presentado diversos reclamos a OSE-UGD, pero como respuesta los derivaron hacia la Intendencia de Maldonado dado que, según alegó la empresa pública, “no tienen nada que ver” porque los contadores de Kennedy se encuentran bajo la órbita de la comuna. En ese marco, la intendencia les informó que concurrirán al lugar, no obstante, hasta el momento “no han ido”, lamentó la vecina.

Sin transporte

Otra de las dificultades que atraviesan los vecinos es que no hay ninguna línea de ómnibus que pase por el barrio. Según contó la vecina existía una, pero durante la pandemia fue suspendida y “nunca” se retomó el servicio.

“Los chiquilines tienen que caminar hasta enfrente del [parque] El Jagüel, [sobre avenida Aparicio Saravia] para poder tomar el ómnibus”, manifestó. Lamentó que son varias cuadras de trayecto, que en muchas oportunidades se vuelve peligroso y que en días de lluvia o tormenta “se empapan” antes de llegar a la parada.

Basura acumulada

Correa habló también sobre el problema que atraviesan por los residuos, ya que no cuentan con contenedores o volquetas cercanas. “La única que hay es la que está en el supermercado”, indicó, pero aseguró que son varias cuadras a la redonda y muchos vecinos no llevan sus bolsas hasta ahí, se acumulan en terrenos baldíos o la prenden fuego, lo que provoca “humareda” durante todo el día.

El seguimiento al realojo

En abril de 2022, luego de que los 31 ediles de la Junta Departamental de Maldonado votaron por unanimidad el fideicomiso para el realojo del barrio, se realizó un censo por parte de la intendencia con el objetivo de relevar la cantidad de familias que allí se encuentran.

Además, se aprobó la creación de una comisión de seguimiento bajo el programa de relocalización del barrio, integrada por representantes de la comuna y un edil de cada partido político.

A un año de este acuerdo, Correa dijo que “no tienen mucha información” sobre el realojo y que la comisión de seguimiento sólo recorrió el barrio cuando se llevó a cabo el censo. “Acá no sabemos nada, nunca se formó siquiera”, lamentó. Por último, mencionó que durante la tarde de este martes, se acercó la edila por el Frente Amplio (FA) Beatriz Jaurena al barrio y realizó un relevamiento sobre la problemática.

En diálogo con la diaria, la edila frenteamplista Adriana Costa, designada por el FA para integrar la comisión, informó que nunca llegó a conformarse. La semana pasada los ediles frenteamplistas reclamaron en la sesión de la Junta Departamental de Maldonado ante el presidente del legislativo departamental, Darwin Correa, la demora en la concreción de dicha comisión y este alegó en una nota que la Intendencia de Maldonado aún no había designado a sus integrantes, a pesar de que sí lo hizo en setiembre.