Durante el último set del verano en Uruguay y antes de subirse a un avión hacia Italia, en el living del Mundaka Hostel, en La Barra, el dj Zingabeat charló distendido con la diaria sobre su investigación musical, sus lugares favoritos para hacer música y su vida entre Uruguay e Italia.

Que lo llamen “nómade del groove” se debe a varias cosas: en primer lugar, a que su vida transcurre entre dos países y, después, a su recorrido musical, o “investigación”, como lo denomina el italiano. Según contó, esa búsqueda por diferentes culturas apunta a hacer mover el cuerpo, a que todo se vuelve algo móvil gracias a la música.

“Me divierte jugar con la sorpresa, estamos bailando algo totalmente afroamericano funky o disco, de repente estamos en Brasil, volvemos al origen de la sesión y llegamos a África y hay mucha percusión y hay algo tribal, como un ritual, de repente”, ilustró.

“Transité varios lugares, soy un camaleón, me muevo del sótano al rooftop, me gusta transitar lugares más sencillos, más humanos, más pasionales. Lo importante es hacer lo que me gusta. Cuando me proponen musicalizar un ambiente, me gusta hacer lo mío sin tener demasiadas intermediaciones”, explicó el dj sobre su identidad artística.

Foto del artículo 'Zingabeat, el nómade del groove: “Soy un camaleón”'

Foto: Tincho Chiesa

Su nombre es Leo Ferraro, nació en Calabria, al suroeste de Italia, donde ahora pasará la mitad del año, tras una temporada por la costa Uruguaya.

Hasta 2010 no se había decidido por la música, estudiaba cinematografía en Bolonia. En 2013 vino a Uruguay “con la idea de quedarme poco tiempo”, que terminó siendo una década. “Hacía música pero sobre todo era percusionista, tocaba sobre todo el Djembè africano. Cuando me quedé, encontré el amor en Uruguay, estuve conviviendo mucho tiempo, me sentí cómodo. Fue en Uruguay que decidí quedarme con la música y las demás cosas; el diseño gráfico o el cine se volvieron hacia un proyecto musical”, contó.

“Zingabeat es mi alter ego, mi proyecto musical, en el que soy dj y productor e investigador. Cuando me presento, propongo mi set, mi música, es una investigación musical. Transita los géneros de funk, disco, afro, house; hay elementos de la música uruguaya como el candombe, que me encanta. Cuando se trata de animar, de musicalizar y de compartir ese amor por la música y por la celebración de la vida, soy Zingabeat, el nómade del groove”, manifestó.

Su investigación se basa en dos palabras clave con significados parecidos: ritmo y groove. “En la investigación musical que propongo hay un cierto enfoque en todo lo que tenga ritmo, en todo lo que tenga que ver con el groove, que es esa característica de hacer mover el cuerpo, que sea música que te haga vibrar el cuerpo y el alma”.

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Foto: Florencia Suárez

Pero también en su música aparecen líneas de bajo de la música funk, algo de la música disco de los 70, sesiones de vientos, de saxo, están la trompeta o el trombón. “Son elementos que combino con la música electrónica que propongo, lo que yo hago no es tan electrónico puro”, admitió.

Dentro de los géneros musicales que marcan su estilo destacó al funk, que, desde su perspectiva, va más allá de lo musical, ya que implica un posicionamiento político si se hace una retrospectiva de la historia del género a finales de los 60 en Estados Unidos, cuando artistas afroamericanos fusionaron soul, jazz y r&b.

“Hay unas fechas históricas que hay que respetar ante el funk. Mismo la palabra funk tiene un significado muy fuerte y tiene un significado político, es una defensa de un momento puntual de la historia de Estados Unidos, es música africana, entonces también tiene su componente de resistencia”, consideró.

Consultado por la diaria sobre sus lugares favoritos para tocar en Uruguay, mencionó en primer lugar el Farolito, en Montevideo, donde hace diez años realiza el ciclo Funkastic. Al respecto recordó “el afecto que le transmite el público, el goce cuando bailan y los aplausos al final”. Su segundo lugar predilecto es el bar El Beril, en Punta Fría, también por la afinidad que tiene con el público; y, en tercero, La Onda, en La Paloma, “donde siempre vuelvo”.

El 29 de marzo lanzará la canción “Kandombe Experiment”, que, en sus palabras, es un “paseo evocador por Barrio Sur y Palermo”, y que estará disponible próximamente en todas las plataformas digitales. “Las percusiones y el bajo marcan el ritmo a lo largo de la canción, voces ancestrales entran y salen dejando lugar al riff de guitarra, sintetizadores y melodías de saxofón. La selva y la ciudad se manifiestan en cada paso”, adelantó.