La Unión de Trabajadores de Pedidos Ya (UTP) comenzó, sobre el mediodía de este martes 16, una ronda de reuniones con sindicatos y ediles de todos los partidos en la Junta Departamental de Maldonado.

Para última hora de la tarde realizarán “una intervención de concientización” frente al estadio Domingo Burgueño Miguel, donde la selección nacional disputará un amistoso con Banfield. “Haremos volanteadas y conversaremos con la gente que asista al partido, en tanto Pedidos Ya es uno de los espónsores de Uruguay”, aclaró.

La movida apunta a informar también a la población sobre los 251 despidos que ejecutó la empresa en el sector de operaciones y soporte técnico el 5 de enero.

Este es un problema que trasciende a Pedidos Ya. “Es un problema estructural vinculado al rubro call center, que afecta a gente joven, de 20 a 35 años. Además, en base a un relevamiento de la UTP, establecimos que el 95% de los despidos recayó sobre mujeres”, dijo a la diaria el directivo gremial Maximiliano Picart.

A su juicio, es un tema del que los uruguayos deben estar al tanto porque, de algún modo, toca a todos. “La aplicación Pedidos Ya se creó en Uruguay con apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, aunque sus dueños son alemanes y pasó a otros países. Además, en mayo de 2022 el Ejecutivo le concedió exoneraciones tributarias a la empresa a cambio de la generación de empleo, y estamos indagando qué indicadores se tomaron en cuenta”, explicó.

En conclusión, “los uruguayos estamos aportando a una empresa que está fugando empleos al exterior”, dijo. El objetivo del gremio es recuperar los 251 puestos de trabajo, aunque estima que las negociaciones pueden llevar hasta dos meses. “Muchas cosas todavía están por verse. Lo que debe quedar claro es que estamos peleando”, enfatizó.

En cuanto a los uruguayos “dolidos” por la medida, que de algún modo expresan en sus redes su intención de no utilizar la aplicación a modo de “represalia”, Picart opinó que, “si es bueno o malo, queda a consideración de cada uno”.

Picart entiende que “cada uno tiene su corazoncito y su idiosincrasia social y política” y que la reacción debe quedar “a juicio de cada individuo”.

“Hay gente que está dolida y lo toma a modo de represalia o revanchismo. Nosotros estamos en un proceso delicado de negociaciones y queremos que las fuentes de trabajo se queden en Uruguay”, reafirmó.