Lucas Madrid: “El surf debería tener más apoyo estatal por mérito deportivo, no tanto porque Lacalle Pou sea surfista”

La madurez profesional y una lesión en la espalda que lo tuvo a mal traer en 2023 dieron a Lucas Madrid el tiempo para alcanzar el desafío de producir un evento que promueva el surf entre las generaciones más jóvenes y, al mismo tiempo, instalar en Uruguay un torneo internacional después de 11 años.

En diálogo con la diaria, el surfista nacido en Punta del Este ofreció detalles de la Copa Río de la Plata, que organizó para esta semana en las olas de Montoya y en la que participan dos selecciones integradas por los máximos exponentes de Uruguay y Argentina.

También habló sobre el apoyo estatal para un deporte con “un gran mérito internacional”, las dificultades para el nacimiento de nuevos valores y el crecimiento de las mujeres en un ámbito históricamente masculino, entre otros temas.

¿Cómo surgió la idea de organizar este evento en Uruguay, particularmente en tu departamento?

Después de dedicarme al surf como profesión por tantos años, llegó un momento de mi vida en que estoy más grande y quiero devolverle al deporte desde otro lugar, ya no tanto como competidor. Se trata de motivar a quienes intentan vivir de esto; a los más chicos, que a nivel competitivo no están siguiendo los campeonatos nacionales porque cada vez ha habido menos.

Este campeonato viene a buscar que los locales puedan otra vez ingresar en un boom como el de 2012, cuando Luisma [Iturria] fue campeón latinoamericano y se empezaron a dar resultados internacionales. Viene a refrescar y a transmitir a las futuras generaciones que el surf está volviendo a hacer ruido y que no dejen de practicarlo.

¿Por qué cuesta organizar eventos en un país con tanta costa oceánica y surfistas referentes fuera de fronteras?

Creo que quienes están hoy dirigiendo el surf en la federación [Unión de Surf del Uruguay] no tienen el tiempo necesario para dedicárselo. Tienen que vivir de sus negocios en verano, y organizar campeonatos lleva mucho tiempo de reuniones y contactos con auspiciantes y organismos públicos.

Tampoco había pasado que un tercero tomara la iniciativa como productor de campeonatos. Yo lo venía viendo desde hace mucho y este año logré tener el tiempo para liderar esta organización y me lancé al agua. Estamos muy contentos porque es una realidad; tuvimos mucho apoyo de empresas privadas y también del Estado, que nos dio los permisos y declaró el evento de interés turístico y deportivo.

Teniendo un presidente surfista, ¿debería haber más apoyo del gobierno para fomentarlo?

No creo que venga por que sea el deporte del presidente, sino que viene más por el surf en sí. Creo que, si comparamos con otros deportes y los apoyos que reciben, el surf está muy por debajo y tiene muy buenos resultados. Debería tener más apoyo por mérito deportivo y no tanto porque el presidente sea surfista.

¿Existe una base como para acercar a más jóvenes a este deporte, más allá de su condición económica?

Hay algunas escuelas públicas que tienen planes, pero hay una limitante muy grande que es el invierno. Es algo que toda la vida nos jugó en contra para los más chicos: siempre nos pasó que para no enfermarnos en la familia se nos prohibía surfear en invierno. Es un deporte que va muy de la mano de la constancia y, en ese sentido, no tiene mucha vuelta.

A pesar de todo, no faltan uruguayos destacados a nivel internacional...

Eso pasa mucho en los deportes menores: uno lo hace por pasión, no por un tema económico ni por lograr vivir de esto. No ocurre sólo en el surf: cuando se pone amor, garra y sacrificio, se ven los resultados y los deportistas uruguayos se destacan.

Cada selección de la Copa Río de la Plata está integrada por ocho varones y cuatro mujeres. ¿Esa relación marca la existencia de dificultades de género para acceder al deporte?

Justamente eso. De hecho, queríamos que fuera equitativa la integración, pero nos costó muchísimo encontrar a ocho mujeres de Argentina que pudieran venir. La dificultad viene de la mano de que el surf antes era súper individual y muy poco de compartir e integrar; el surfista en sí es bastante egoísta.

Quizás la diferencia física en el agua también se hacía sentir y dificultaba el desarrollo en la parte femenina. No obstante, en estos últimos cinco años esa situación ha cambiado muchísimo: a nivel mundial las mujeres han demostrado un aumento enorme en su desempeño deportivo. Creo que se vienen cambios grandes, buscando siempre esa igualdad.

¿Qué planes tienes para este año? ¿Vas a seguir compitiendo y produciendo eventos?

Estoy queriendo hacer y disfrutar otro tipo de cosas. En 2023 tuve una lesión en la espalda que me sacó un tiempo del agua, y pude desarrollar esta idea que no concretaba porque mi foco estaba en competir. Hoy por hoy, sigo compitiendo y la idea es seguir produciendo. Queremos que este sea el primer evento de muchos, que se transforme en un clásico de verano.