Bajo el título “Avanza la recuperación de la costa”, la Intendencia de Maldonado informó este lunes sobre el desalojo y demolición de la “Casa Escultura”, construida años atrás por una pareja argentina en medio de las rocas de La Rinconada de Portezuelo.

La originalidad del espacio, diseñado a diez metros de la orilla por la artista plástica Grisel Maymo en 2005, mereció varios artículos en la prensa rioplatense. Sin embargo, la construcción “no estaba autorizada” y “perjudicaba al medioambiente”, fundamentó la comuna este lunes, al concretar la demolición “luego de varios años de procesos judiciales”.

La directora general de Asuntos Legales de la IDM, Adriana Graziuso, dijo que “en su momento” la administración “permitió en comodato el uso del espacio como museo para muestras artísticas”, pero “el cumplimiento no fue el esperado” y el lugar se transformó en residencia particular. “Por este motivo, la IDM decidió ponerle fin al comodato”, acotó.

Una cueva con historia

En 2005 Maymo y su pareja, el marchante de arte Ricardo Milberg, compraron “la cueva” al pescador Emilio Pereyra, quien la utilizaba para depositar sus artes de pesca y acumular desechos varios. Los nuevos ocupantes se encargaron de limpiar y ampliar el sitio a partir de 2006, con asesoramiento de una arquitecta amiga y del escultor uruguayo Daniel Escardó.

Así la convirtieron en una residencia de dos plantas, camuflada entre las rocas al punto de que pocos bañistas notaban su existencia. Todos los años, sobre todo en verano, los anfitriones abrían las puertas a turistas y artistas ansiosos de conocer un lugar único en la costa uruguaya.

No obstante, al cabo de litigios judiciales, en la pasada administración la casa pasó a manos de la IDM. “Cuando era un basural nadie la reclamaba”, lamentó Maymo en una entrevista concedida a El País en enero de 2023. Por esa fecha entregaron la casa a la comuna pero, según Maymo, tras analizar soluciones para evitar la demolición, consiguieron un comodato para seguir desarrollando el espacio artístico.

Paralelamente, iniciaron una movilización en redes sociales para impedir la destrucción de la casa. Advertían, entonces, sobre la inminente pérdida de una construcción “elogiada por más de 100 arquitectos de todo el mundo”. Este lunes, finalmente, la maquinaria de la IDM la demolió, con los argumentos de marras.