Un relevamiento de micro y pequeños emprendimientos industriales rurales de la región este fue realizado por los ministerios de Industria, Energía y Minería (MIEM) y de Turismo (Mintur) para determinar puntos en común, fortalezas y debilidades y analizar la posibilidad de incorporarlos al sector turístico.

El trabajo de campo, que se desarrolló en julio pasado, comprendió a los departamentos de Maldonado, Lavalleja, Rocha y Treinta y Tres, donde se identificaron 292 emprendimientos locales vinculados con la producción de alimentos, 62 de los cuales fueron estudiados en profundidad.

“Existe una categoría de micro y pequeñas empresas industriales rurales productoras de alimentos con lógicas híbridas entre lo agrícola, lo artesanal y lo industrial, que actualmente el sistema no integra y que comparten algunas características claves”, concluyó el estudio, al que accedió la diaria.

El documento también enfatiza que se producen “alimentos de gran calidad y aceptación del mercado”, con procesos “más sostenibles” de producción y “de cercanía”, por lo que tienen un “alto potencial comercial y turístico”.

“Hoy reciben muy poco apoyo e incluso [enfrentan] trabas para su desarrollo, por lo que el MIEM intenta conocerlas de primera mano para brindarles apoyo y entender cuáles son sus necesidades”, dijo a la diaria la referente territorial de esa cartera en Maldonado, Leticia Silva.

La producción en Maldonado

Del total de empresas relevadas, 66% está relacionado con los alimentos, 3% con las bebidas y 28% con la categoría “otros”, que incluye la apicultura o el cultivo de alimentos no perecederos.

Entre las empresas de alimentos, la mayoría procesa y conserva frutas y vegetales o produce lácteos. Otras categorías tienen que ver con aceites y grasas de origen vegetal y animal, procesamiento y conservación de frutos del mar, carnes y productos derivados del almidón.

Del total de estos emprendimientos, 106 están radicados en el departamento de Maldonado, 119 en Rocha, 43 en Lavalleja y 25 en Treinta y Tres. En Maldonado, 68 corresponden a fabricantes de productos alimenticios, 16 de bebidas, cuatro de apicultura y 17 de cultivos de cereales, arroz y hortalizas.

Se destacan las empresas que producen conservas, quesos, miel, dulce de leche, aceite de oliva, cerveza artesanal, yogur, vino, hongos y bebidas fermentadas.

Acceso a tecnologías, la mayor dificultad

La mitad de los productores respondió que el mayor desafío a la hora de producir tiene que ver con el acceso a tecnologías y equipos de producción y con la dificultad para acceder a habilitaciones y certificaciones.

Las habilitaciones más mencionadas fueron la de bomberos, la comercial y la bromatológica. También mencionaron “dificultades burocráticas” y las “exigencias industriales para procesos artesanales o semiartesanales”.

Por otra parte, hicieron referencia a la dificultad del acceso a insumos clave y su traslado, y algunos productores mencionaron como dificultades encontrar personal calificado y el costo laboral.

La competencia del “sol y playa”

El 50% de los productores consultados dijo que provee a empresas de turismo; el resto manifestó una “alta predisposición a crear experiencias turísticas y profundizar vínculo con el sector”. Sin embargo, identificaron algunas barreras para explotar ese potencial con sus emprendimientos.

El tiempo y el personal específico que demanda la recepción de turistas fue uno de los factores más mencionados en este sentido.

Además, observan que hay un desfasaje con condiciones y requerimientos de las agencias de viajes, la falta de señalización turística en áreas rurales o centros menos poblados y la competencia con el turismo de “sol y playa” en cuanto a promoción nacional.

Otra “gran dificultad” que demostraron los productores consultados fue que, a la hora de comercializar sus productos, la mayoría no cuenta con un equipo específico para dicha tarea. En consecuencia, son los mismos dueños o productores quienes hacen la gestión y distribución comercial.

Sin apoyo público en los últimos cinco años

La mayoría dijo que su principal canal de venta el método directo al consumidor, seguido por la venta a través de locales comerciales como almacenes o supermercados y, en tercer lugar, restaurantes o sector gastronómico.

Del total de las empresas consultadas, más de la mitad no había recibido apoyo público en los últimos cinco años y 20% indicó que había recibido un apoyo inferior a los 5.000 dólares.

En su informe, el MIEM admitió que este segmento es un actor clave en la región tanto por el dinamismo que aporta en el territorio a través del empleo y la producción como por su potencial de crecimiento y la forma concreta de materializar estrategias y acciones vinculadas al impulso de la producción y el consumo sustentable.

Por ese motivo, luego de analizado el informe, la cartera se propone “diseñar herramientas de apoyo acordes a las necesidades de este sector productivo”, como por ejemplo dar capacitaciones técnicas y apoyo financiero.

También se entendió necesario “reducir trabas productivas y comerciales y actualizar normativas” pensadas para la industria o el agro. Como conclusión, se definió crear un nuevo espacio de articulación para este segmento entre los ministerios de industria, turismo, ganaría, ambiente, el LATU y las intendencias departamentales.