En 2023, cuando el intendente Enrique Antía y algunos ediles oficialistas manifestaron la intención de construir una pista para picadas de motos entre la ruta perimetral y el arroyo Maldonado, algunos defensores del humedal intentaron que las autoridades reubicaran el proyecto.

Entonces, un cartel anunciaba la inminente instalación, pero después fue retirado. “Pensamos que había primado la cordura y que la pista iría en otra parte”, dijo a la diaria el técnico-guía en ecoturismo Gonzalo Millacet, además miembro de la Agrupación de Amigos del Humedal y del Club de Observadores de Aves Punta del Este.

Sin embargo, la semana pasada el intendente adelantó que el proyecto sigue en los mismos términos. La Intendencia de Maldonado (IDM) comenzó a volcar escombros de las casas derrumbadas en el exasentamiento Kennedy para rellenar las antiguas piletas de decantación de barométricas sobre las que irá la pista.

El director general de Tránsito de la IDM, Juan Pígola, dijo a la diaria que el circuito y los accesos serán pavimentados tan pronto se nivele el terreno, y agregó que desconoce qué evaluación realizaron las autoridades ambientales antes de definir su ubicación.

Este lunes, el trasiego de camiones con materiales de desecho fue incesante. La directora de Ambiente de la IDM, Bethy Molina, no respondió a las solicitudes de entrevista que le planteó este medio; también fracasaron las gestiones realizadas ante el área de Comunicaciones de la comuna para que la jerarca informe sobre su gestión en torno al proyecto.

El segundo sitio con más especies de aves en Uruguay

Para Millacet, construir la pista de picadas en ese enclave sería “un error enorme”. El lugar cuenta con 266 especies de aves registradas, es el segundo sitio de Uruguay con mayor registro. “No es para tirarles escombros o someterlas con un ruido infernal”, cuestionó el vecino de La Barra, que desde hace años trabaja con turistas y lugareños interesados en apreciarlas en el humedal.

A su juicio, el relleno de las piletas con materiales de construcción ya está generando daños, porque entre los desechos van plásticos, cables y todo tipo de elementos no degradables. “Si se quería rellenar las piletas, debieron hacerlo como punto verde y acumular restos de podas, no con escombros y materiales de todo tipo que contaminan el agua y las napas”, señaló.

Por otra parte, aseguró que el ruido de los motores espantará a numerosas especies. “En esta zona de amortiguación o buffer anidan aves, y también habitan anfibios, reptiles, mamíferos y peces. La pista va a generar una contaminación brutal”, enfatizó.

Además, “como no hay ninguna barrera acústica, es altamente probable que no sólo afecte el ecosistema, sino también a los vecinos”. Al otro lado de la ruta perimetral se encuentra el barrio Maldonado Nuevo, y al este del arroyo, los habitantes de El Tesoro y las chacras de El Quijote, además de los propietarios y huéspedes de Fasano Las Piedras.

Denuncias ante el Ministerio de Ambiente

“No nos oponemos a una pista para picadas, cuestionamos el lugar de implantación. No está dentro del área protegida, pero es una zona a proteger porque es todo lo mismo, es el mismo hábitat”, aclaró el entrevistado.

Tiempo atrás, la agrupación planteó su preocupación al alcalde de Maldonado, Andrés Rapetti, yerno del intendente Antía. El experto aseguró que el jerarca “entendió el planteo”, pero les dijo que no puede “hacer nada”.

Por el momento, la Agrupación de Amigos del Humedal toma registros fílmicos y fotográficos de la zona para adjuntar a las múltiples denuncias que han planteado en la web ministerial, aún sin respuesta.

La semana pasada el colectivo pidió asesoramiento a una férrea defensora del humedal del arroyo Maldonado: la magíster y doctora en Ciencias Biológicas Estela Delgado Gargiulo, docente e investigadora de la sede fernandina del Centro Universitario Regional Este (CURE).

Delgado, que lleva años investigando los cangrejales del lugar y que en las administraciones del Frente Amplio participó en el diseño nunca ejecutado del Ecoparque del Humedal, será titular de la Dirección Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (Dinabise) del Ministerio de Ambiente a partir de marzo.

No obstante, dada su reciente designación, la futura jerarca se excusó de opinar o intervenir como activista en este caso. Los vecinos esperan que pueda actuar tan pronto asuma el cargo, aunque también calculan que para entonces podría ser tarde.

“Habría que denunciarlo a la Justicia”

Además de las denuncias ante el ministerio, la agrupación inició contactos en la zona de chacras y barrios cercanos para generar acciones que induzcan al intendente a reubicar el picódromo. “Es tremendo cómo actúa esta gente, habría que recurrir a la Justicia”, evaluó el entrevistado, aunque eso dependerá de la unión que logren con los vecinos.

Desean que, además de propietarios y residentes del entorno, otras personas directamente vinculadas con la observación de aves se sumen al reclamo. No obstante, las esperanzas son escasas: “Muchos aman la actividad y otros, como yo, tienen su fuente laboral en esto. Pero no se animan a enfrentarse a un intendente que siempre hace lo que quiere”, lamentó Millacet.

Por último, apuntó al “doble discurso” del gobierno departamental: “El 2 de febrero se conmemora el Día Mundial de los Humedales. La intendencia, que se suma a las actividades promoviendo la observación de aves, es la misma que hace pedazos su hábitat”.