El Ministerio de Ambiente (MA) ratificó que el vertido de residuos realizado por la Intendencia de Maldonado (IDM) en el humedal de los arroyos Maldonado y San Carlos es irregular e intimó a la comuna a reparar el daño, según confirmó la Agrupación Vecinal del Arroyo Maldonado mediante un pedido de acceso a la información pública.
A fines del gobierno nacional anterior, técnicos de la cartera emitieron un informe en el mismo sentido, pero fue desechado por el entonces director nacional de Calidad y Evaluación Ambiental, Eduardo Andrés. El jerarca se acopló a la versión oficial de la IDM y se limitó a pedir que “incrementaran la selección” de los escombros vertidos.
Apenas asumieron, las autoridades ministeriales del actual gobierno ordenaron un nuevo informe y realizaron más inspecciones, cuyo resultado coincide con la opinión de los técnicos que actuaron en la pasada administración y con múltiples planteos y denuncias de vecinos del humedal y académicos de la Universidad de la República.
El nuevo informe técnico elaborado en marzo por la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea) constató la disposición de escombros, plásticos, residuos electrónicos, chatarra y otros “materiales contaminantes en un área de altísimo valor ecológico”.
El vertido de residuos “se agravó” tras la primera inspección, “en cuanto la superficie ocupada es mayor; incluso una laguna ha sido completamente tapada”, advierte un análisis del Departamento de Control de Industrias, Servicios y Saneamiento (DCISS) del ministerio.
En ese sentido, “ratifica que el vertido de residuos en este sitio es inadmisible, dado que implica una afectación directa al humedal, comprometiendo la calidad del suelo, el agua y la biodiversidad asociada a un ecosistema de relevancia ecológica”.
Medidas de restauración y multa por vertidos
Como resultado de estos hallazgos, el MA resolvió “intimar a la IDM a detener inmediatamente el vertido de residuos y prohibir el ingreso de camiones al sitio”. Además, exigió la presentación de un plan de retiro de los residuos volcados, en un plazo de diez días que deberá ejecutarse en un máximo de dos meses.
Paralelamente, dictaminó que la IDM debe implementar un plan de recomposición del área afectada en un plazo máximo de seis meses. Esto incluye la limpieza completa de los residuos en las lagunas y caminos de acceso; la apertura de los taludes para restaurar la conexión hidráulica natural entre las lagunas y el humedal; y un relevamiento de las formaciones vegetales antes de la apertura de los taludes, más un monitoreo semestral posterior para evaluar el proceso de recuperación ecológica.
La Dinacea advirtió a la IDM que los futuros usos del predio deberán respetar estrictamente el Decreto 3931/2015, que declara la zona como reserva natural, destinándola al uso como ecoparque departamental. Por último, resolvió sancionar a la IDM con una multa de 1.000 unidades reajustables (más de 40.000 dólares actuales) por la disposición ilegal de residuos.
Decisión expone “conducta negligente” de Antía
Tras conocer la documentación del MA, la Agrupación Vecinal del Arroyo Maldonado ratificó “la gravedad” de las denuncias que plantearon durante meses, junto con múltiples acciones para frenar el trasiego de camiones cargados con residuos hacia las antiguas piletas de oxidación ubicadas en el humedal.
La organización también remarcó que la decisión de la cartera “expone la conducta negligente” de directores de la comuna y del intendente Enrique Antía, “cuyo accionar ha puesto en serio riesgo un ecosistema de altísimo valor ecológico, social y cultural”.
“Desde la Agrupación Vecinal del Arroyo Maldonado continuaremos impulsando acciones para asegurar que se cumplan todas las medidas de remediación exigidas, y seguiremos trabajando para lograr una protección efectiva y duradera de todo el humedal, en beneficio de nuestra comunidad y de las generaciones futuras”, advirtió la agrupación en un comunicado público emitido este lunes 28.
La IDM fue notificada sobre las medidas a fines del mes pasado. Desde que anunció que rellenaría los antiguos piletones del humedal con escombros del antiguo asentamiento Kennedy, para construir encima una pista de picadas, Antía insistió en que la zona no era parte del humedal del arroyo Maldonado y que los residuos vertidos no eran contaminantes.