El intendente electo en Maldonado, Miguel Abella, se reunió con el jefe comunal interino Luis Eduardo Pereira y planteó comenzar la transición de gobierno por el ámbito educativo universitario. Durante la primera reunión, que mantuvieron este martes, Abella entregó una breve carta en la que solicita “dar celeridad” a una propuesta tendiente al “crecimiento” y “fortalecimiento” de la sede del Centro Universitario Regional Este (CURE) en Maldonado.
La iniciativa, que ya estaba planteada en un expediente de 2023, apunta a “facilitar la reorganización y mejora del aprovechamiento público” del área circundante a la sede del CURE, conocida como Parque Urbano Educativo (PUE). El intendente electo acotó que “apuesta a fortalecer la oferta académica de la Universidad de la República (Udelar) en el departamento”, por lo que solicitó apurar el trámite, que “sigue a estudio de la administración”.
“Dado el interés comunitario de esta propuesta, solicitamos se sirva considerar la remisión del mensaje correspondiente a la Junta Departamental con el objetivo de concretar lo solicitado por el CURE”, determinó en la carta que entregó a Pereira y al prosecretario Álvaro Villegas, quien será el secretario general de la IDM durante el próximo período de gobierno.
Los fundamentos del CURE para intercambiar tierras
En 2023, la Dirección General de Arquitectura de la Udelar emitió un informe por iniciativa del director del CURE, Carlos Iglesias, sobre la posibilidad de intercambiar predios con la IDM para ampliar la sede fernandina. El documento, al que accedió la diaria, destaca la “conveniencia” de la transacción para ampliar la superficie del CURE en un 6,5%.
De esa manera, la sede tendría un doble ingreso y egreso (por las calles Cachimba del Rey y Honorato de Balzac) como “nuevo frente urbano del conjunto de predios” y “una mayor integración barrial”, además de reorganizar los espacios en función de la oferta educativa y la cantidad de estudiantes.
En el fraccionamiento, creado en 2009 por la administración departamental del Frente Amplio, había entonces tres padrones: el 11.174 que se donó ese mismo año a la Udelar, otro de la IDM pensado para una posible expansión de la casa universitaria (11.175) y un tercero como un remanente de predios de la comuna (11.173). Cuando se creó el PUE, en 2015, la sesión del segundo padrón quedó en suspenso y la administración nacionalista lo donó a otras instituciones, dejando de lado la reglamentación aprobada para el fraccionamiento.
Más adelante, el CURE solicitó a la IDM el intercambio de parte de un padrón propiedad de la Udelar (11.521) –que está atravesado por una cañada– por una tierra contigua al padrón 11.174 –sobre la calle Honorato de Balzac–, que es propiedad de la comuna. La incorporación de estas tierras a la Udelar “permite que se configure un nuevo polígono urbano en el que generar el crecimiento” de la sede del CURE, indica el informe técnico.
Añade que, además de mejorar el enclave de la casa de estudios, el intercambio “pone de manifiesto los objetivos universitarios a escala urbana, de posicionar al CURE como un referente estructurador conectando distintos barrios de la ciudad”. También señala que permitirá “una mayor integración de la Udelar con las otras instituciones deportivas y educativas” de la zona.
Udelar aprobó 117.000.000 de pesos para ampliación edilicia
El director de la sede fernandina del CURE, Carlos Iglesias, recordó a la diaria que en el PUE original la institución tenía una tierra que luego fue adjudicada a otras universidades (Unifa y Católica), al tiempo que quedó un remanente en el Club Hípico. “Hace un par de años, cuando se modificó la ordenanza del PUE en la Junta Departamental, se les concedió por 30 años ese remanente a los clubes deportivos Lobos y Charruítas, que en realidad eran tierras que ya estaban ocupando. Paralelamente, se le dio el disentimiento a Unifa y a la Católica de construir en esas tierras”, explicó, en principio.
Por otra parte, la Udelar había aceptado tres hectáreas al otro lado de la cañada La Salada, un terreno complejo para los planes expansivos de la institución. Por eso, en vista de esos cambios, plantearon a la IDM hacer un trueque de tierras “beneficioso para ambos”, ya que la comuna podía proyectar la ampliación de la avenida Aparicio Saravia, dijo el director. Añadió que el intendente Enrique Antía accedió al planteo y que ambas instituciones iniciaron un “proceso jurídico de empadronamiento” para determinar cuáles era las fracciones que hacían falta para que el CURE lograra su objetivo.
No obstante, en medio de ese trabajo, la IDM se encontró con un pedido del Club Cantegril para desarrollar algunos emprendimientos, por lo que se les entregarían las tres hectáreas que inicialmente había aceptado la universidad pública. Mientras se procesaba ese acuerdo, el Consejo Directivo Central de la Udelar aprobó una reserva presupuestal de 116.667.003 pesos para la ampliación física de la sede del CURE y elaboró una propuesta para la asignación de funciones del centro educativo.
Con todo, la institución necesita que la IDM avance con el expediente para determinar cuál de los escenarios proyectados en cuanto a la disposición de los espacios educativos aplicará con la ampliación del edificio del CURE. Esto podría hacerse si las actuales autoridades dan ese rápido trámite al expediente y lo envían para su aprobación en la JDM, como solicitó Abella.