Una carta y una entrevista con la directora interina de Ambiente de la Intendencia de Maldonado (IDM), Virginia Villarino, alientan las esperanzas de la comunidad de balneario Solís para que un tramo de la zona costera quede preservado de las acciones humanas mediante una declaratoria de uso público.
En mayo pasado, la comisión de vecinos Solís Natural comenzó a movilizarse a través de la Red Unión de la Costa (RUC) para que un padrón de la playa mansa, conocido como el 421, sea declarado como área de protección ambiental.
Según sus datos, el predio privado estaba a punto de ser ocupado, de manera ilegal, al tiempo que mantiene una abultada deuda por Contribución Inmobiliaria y no se conocen títulos de propiedad. Los vecinos advirtieron, entonces, que cualquier intervención pondrá en riesgo la salud de la costa y las construcciones linderas afectadas por la erosión.
Más adelante, supieron que el padrón es parte de un paquete que la IDM planea rematar por deudas de contribución. Por ese motivo, la semana pasada, Solís Natural formalizó su petición a la IDM sobre el padrón 421 ante la directora Villarino, y además propuso una ampliación de la zona a proteger.
La nota formal, a la que siguió una reunión con la jerarca, refiere al tramo costero de la playa Mansa del balneario comprendido entre el acceso a la playa accesible y las barrancas del arroyo Solís Grande. La petición plantea que se evalúe la incorporación de este tramo como “área y paisaje protegidos para el uso público, con el fin de resguardar la vegetación natural existente (monte, matorral y herbazal psamófilos)”.
El área en cuestión incluye el padrón 421, creado en el parcelamiento original del balneario en la década de 1930 aproximadamente, del cual no existen títulos de propiedad. La comisión expuso que, si se autorizaran construcciones en ese predio ubicado entre la rambla y el agua, “se pondría en peligro lo que va quedando de la playa mansa”.
Los vecinos remarcaron que el sector que va desde el acceso a la playa accesible hasta el Club “se ha erosionado tanto que ya no existe más playa, sino sólo barrancas”.
También relataron que Solís Natural ha llevado a cabo acciones en favor de la conservación de la playa: jornadas de limpieza, construcción de cercas captoras de arena, eliminación de plantas invasivas como el diente de león y sustitución por plantas nativas del género Senecio. y multiplicación de pasto dibujante para su pronta plantación en la duna.
“Estamos dispuestos a continuar trabajando, en la medida de nuestras posibilidades, en el cuidado y recuperación del cordón dunar y de su vegetación natural”, agregaron en la nota.
Un pedido “lógico”
Vivianne Gepp, coordinadora de la agrupación, dijo a la diaria que salieron de la reunión con “muy buenas expectativas” en cuanto al futuro del lugar. La directora Villarino leyó la información recibida sobre los motivos de la petición y, tras conversar con una delegación vecinal, consideró que el planteo “es lógico” y dictaminó la apertura de un expediente.
Aunque esta semana cambiarán las autoridades departamentales, con la asunción del intendente electo Miguel Abella, los vecinos confían en que quien ocupe la dirección de Ambiente coincida con la postura de la actual directora. Los vecinos desconocen, por el momento, a quién le será asignado el cargo. Eso se sabrá con certeza el 11 de este mes, cuando Abella presente su gabinete.
La propuesta de preservación de la costa de la playa mansa del balneario Solís cuenta también con el apoyo de otras organizaciones, como La Flotante Escuela Náutica, el Club de Observadores de Aves de Balneario Solís y Alrededores y la ONG Aves Uruguay, la asociación civil Flora y Fauna Indígena y la RUC.