“Haremos una segunda reforma agraria para colocar a la agricultura en el lugar que le corresponde. Tiene que haber un Estado que garantice préstamos y facilidades a los agricultores”, decía Pedro Castillo cuando todavía era candidato a la presidencia de Perú. El domingo anunció que su gobierno comenzará a implementar esa política y aclaró: “Algunos han entendido que la segunda reforma agraria es quitarles terreno. Totalmente falso [...], ni siquiera se ha pensado, no se va a hacer”, dijo.

“Planteamos más bien cambiar la forma de gobernar para que nuestro Estado se ponga al servicio de nuestros agricultores familiares, relegados durante décadas, gobiernos tras gobiernos. Esto termina hoy”, afirmó el mandatario, según citó el diario peruano La República.

El presidente agregó que la primera reforma agraria en Perú, impulsada hace medio siglo, “fue un proceso de cambio estructural y calzado en una lucha larga también por sus pueblos”. Agregó: “Así como se luchó en aquella época, los patrones y hacendados ya no comerán de la pobreza de nuestros hermanos campesinos”.

Las medidas comprendidas en esta reforma apuntan a promover el desarrollo de la agricultura familiar, cooperativa y comunitaria. Incluyen capacitación y asesoramiento técnico para los productores, créditos para promover la incorporación de tecnología y una política de compras estatales que también respalde a este sector.

Una de estas acciones es la creación de un “gabinete de desarrollo agrario y rural”, presidido por Castillo, integrado por los titulares de los ministerios vinculados con la producción y con la participación gobiernos regionales y locales. Su cometido será el de diseñar e impulsar “las políticas para el desarrollo rural y agrario”.

Según anunció el presidente peruano, está previsto también un ajuste de las franjas de precios para proteger a los pequeños productores “de la competencia desleal de productos subsidiados, importados del extranjero”.

Otra medida ya decidida es la construcción de una planta de fertilizantes a partir de fosfato. Castillo dijo que, actualmente, en lugar de producir fertilizantes, su país exporta los fosfatos como materia prima, y manifestó su voluntad de cambiar esta práctica. Además, el Estado brindará apoyo a los pequeños productores para que puedan comprar fertilizante e implementará un “programa ambicioso de compras públicas de alimentos para la agricultura familiar” en el que se invertirán 72,5 millones de dólares, informó la agencia Efe.

La reforma de Castillo también incluye créditos para los agricultores, beneficios tributarios y la creación de una red de mercados en todos los departamentos del país. Otro componente es un programa por el cual “miles de jóvenes universitarios saldrán al campo” a apoyar técnicamente a los agricultores.

Por otra parte, y teniendo en cuenta que “el agua es escasa” y es necesario “aprender a usarla eficientemente”, se impulsará “un programa masivo de tecnificación de riego a nivel nacional”, anunció.

“No podemos traicionar al pueblo”, dijo Castillo. “Acá hay un gobierno elegido por los agricultores y por eso se necesita ratificarnos con firmeza: en primer lugar, está el pueblo, en segundo lugar, está el pueblo, en tercer lugar, está el pueblo”. Según informó el diario El Comercio, el censo de 2012 concluyó que la agricultura familiar representa 97% de las unidades agropecuarias de Perú y genera más de 70% de los alimentos que se consumen en el país.