Pedro Castillo asumió la Presidencia de Perú el 21 de junio de 2021. Dos meses y medio después, renunció el presidente del Consejo de Ministros, situación que lo llevó a nominar a un nuevo gabinete. En Perú los gabinetes de Ministros deben ser aprobados por el Parlamento, pero ahora Castillo se encuentra en una situación sumamente incómoda porque su propio partido manifestó, en primera instancia, su negativa a respaldar en el Congreso a su nueva primera ministra.
Castillo llegó a la presidencia del país como candidato por Perú Libre, un partido nuevo, fundado en 2016, que tiene como principal figura a Vladimir Cerrón, su secretario general. Actualmente, Cerrón no puede ocupar cargos públicos porque está procesado por corrupción, por delitos cometidos cuando fue gobernador del departamento de Junín. Es justamente desde la dirigencia del partido que no se ve con buenos ojos a Mirtha Vásquez, una figura de izquierda moderada que integra el Frente Amplio y presidió el Congreso durante el último año, para ser la presidenta del Consejo de Ministros en remplazo de Guido Bellido, un hombre afín a Cerrón.
El jueves, la bancada de Perú Libre en el Congreso publicó un comunicado en el que afirmaba que el gobierno de Castillo hizo un giro “hacia el centroderechismo” con “representantes caviares” en su nuevo gabinete. Por este motivo, anunciaban que el partido “no emitirá el voto de confianza al gabinete porque de hacerlo se estaría cayendo en una “incoherencia principista”. Asimismo, advirtieron a las integrantes de Perú Libre que aceptaron integrar el gabinete, que son la vicepresidenta de la República, Dina Boluarte (Desarrollo Social e Inclusión) y Betssy Chávez (Trabajo), que se les abriría un proceso disciplinario en la interna del movimiento. A su vez, el diputado Waldemar Cerrón, vocero de la bancada y hermano del secretario general de Perú Libre, consideró que el nuevo gabinete no representa “el Plan de Gobierno, ideario del partido y la confianza del pueblo peruano”.
Pero esta movida parece no haberle salido bien al cerronismo.
Tanto Boluarte como Chávez defendieron sus designaciones y firmaron una carta en la que apuntaron contra la cúpula del partido, acusándola de ponerse “de espaldas a la esperanza que encarna Perú Libre”.
El lunes, el cerronismo pareció haber bajado el tono. Pese a que el comunicado que acusaba a Castillo de formar un “gabinete caviar” estaba escrito en nombre del partido, la mayoría de los congresistas se pusieron del lado del presidente. Mirtha Vázquez se reunió con la presidenta del Congreso, la oficialista María del Carmen Alva, y la mayoría de los congresistas de Perú Libre decidieron que darán su voto de confianza al nuevo gabinete, instancia legislativa que se tendrá lugar entre fines de este mes y principios de noviembre.