El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, manifestó este martes su rechazo a los comicios celebrados el domingo en Nicaragua en los que el actual presidente Daniel Ortega fue nuevamente reelecto y consideró que se trata de unas elecciones “ilegítimas” que deben ser “anuladas”.

A través de su cuenta de Twitter, el diplomático uruguayo llamó a los países que integran la OEA a “responder a esta clara violación de la Carta Democrática” durante la próxima Asamblea General, que comenzará a sesionar este miércoles en Guatemala.

El organismo liderado por Almagro publicó un informe en el que denuncia que las elecciones se llevaron a cabo “en el marco de un proceso que no cumplió ninguno de los elementos esenciales de la democracia descritos en la Carta Democrática Interamericana” y que el gobierno nicaragüense “optó por el camino del autoritarismo, mintiéndoles con ello a su gente y a la comunidad internacional respecto a su voluntad de trabajar para edificar un sistema electoral sólido”.

Asimismo, el informe concluye que Nicaragua está atravesando una “violenta erosión democrática, que ha conducido, mediante un proceso viciado, al quiebre de su régimen democrático conforme a los principios y normas del sistema interamericano”.

Del mismo modo, considera que el Consejo Supremo Electoral (CSE) “no estuvo en condiciones de celebrar elecciones con las mínimas garantías de un proceso electoral libre, justo y transparente”, y que el gobierno “renunció en los hechos a sus compromisos internacionales en materia de democracia y de protección y defensa de los derechos humanos”.

El informe también lamenta que “ante las innumerables posibilidades de avanzar por la vía del diálogo, de reformas que sentaran las bases para restablecer la confianza en la democracia y la credibilidad en los procesos electorales, el gobierno de Nicaragua ha optado por el camino del autoritarismo”. En este sentido, el documento menciona que, a fines de 2017, la Misión de Acompañamiento Electoral de la OEA entregó al gobierno nicaragüense un informe para fortalecer los procesos electorales en el país centroamericano con el objetivo de salir de su crisis política. En ese momento, el representante nicaragüense agradeció la entrega del documento y afirmó que sería una “hoja de ruta para el fortalecimiento institucional electoral en Nicaragua”, pero luego sus recomendaciones fueron desestimadas.

La evaluación de la OEA también recomienda que la comunidad internacional exija “la anulación de las elecciones” y pida que se lleve a cabo “un nuevo proceso electoral” que incluya “garantías, observación electoral y verdadera competencia electoral” con el objetivo de recuperar una “democracia ya perdida”.

Según las autoridades electorales nicaragüenses, las elecciones tuvieron una adhesión superior a 65%, pero analistas independientes consideraron que en varias localidades se produjo una abstención cercana a 80%. De acuerdo con la versión oficial, el partido de Ortega, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, alcanzó 76% de los votos en los comicios, para los que los tres principales partidos de la oposición fueron proscritos, al tiempo que siete candidatos fueron detenidos por traición a la patria.

La votación recibió el rechazo de un amplio sector de la comunidad internacional. Antes de las elecciones, tanto la Corte Interamericana de Derechos Humanos como la Organización de las Naciones Unidas alertaron que los comicios se celebrarían sin garantías electorales.

El informe de la OEA finaliza con un pedido por parte de la Secretaría General de la OEA, con Almagro al frente, reclamando la liberación de los presos políticos.

El documento se publicó el mismo día en que Daniel Ortega se refirió a los más de 30 activistas y dirigentes políticos que se oponen a su gobierno y se encuentran detenidos. “Esos que están presos ahí son los hijos de perra de los imperialistas yanquis. Se los deberían llevar para allá, para Estados Unidos, porque esos no son nicaragüenses”, afirmó el mandatario.

Además, criticó a los periodistas internacionales que no pudieron ingresar al país para cubrir las elecciones del 7 de noviembre. “Tienen el valor, los sinvergüenzas, de decir que quieren venir a cubrir las elecciones. Si nos viven echando maldiciones, y quieren entrar a cubrir las elecciones. Sabemos que son empleados de las agencias de inteligencia de los Estados Unidos de Norteamérica”, dijo en un acto oficial que fue transmitido por Canal 6 Nicaragüense, que es administrado por el Estado.