João Doria, de 63 años, se prepara para competir por la presidencia de Brasil en 2022, en unas elecciones que se presentan como una disputa entre el expresidente Luis Inácio Lula da Silva y el actual gobernante, Jair Bolsonaro. En ese escenario, Doria intenta postularse como una tercera opción distante de las dos propuestas que, de acuerdo a las encuestas, parecen predominantes.

Si bien todavía no fue proclamado candidato, sólo faltan pasos formales para oficializar su postulación por el centroderechista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). En las primarias del fin de semana, en las que obtuvo 53,99% de los votos, Doria derrotó al gobernador de Río Grande del Sur, Eduardo Leite, que reunió 44,66% de las adhesiones, y al exalcalde de Manaos Arthur Virgílio Neto, uno de los fundadores del partido, que logró 1,35%. En total, votaron alrededor de 45.000 afiliados al PSDB.

Uno de los mayores quiebres que deja esta elección es la derrota que sufrieron dos pesos pesados del partido: Aécio Neves y Geraldo Alckmin, que se oponían a Doria y apoyaban la candidatura de Leite.

El primer cargo que tuvo Doria en su carrera política fue el de secretario de Turismo de la ciudad de San Pablo, durante el gobierno de Mário Covas, en los años 80. Después fue alcalde de San Pablo, en 2017, pero renunció en 2018 para competir por el cargo de gobernador del estado, que finalmente consiguió.

Por entonces, el actual ganador de las primarias del PSDB era un dirigente que tenía gran sintonía con Bolsonaro, mucha más que la que mostraban otros integrantes de su partido. Sin embargo, durante la pandemia los dos adoptaron posturas distintas: Doria se mostró dispuesto a paralizar las actividades y a adoptar medidas preventivas para proteger la salud de la población, y Bolsonaro optó por negar la pandemia y negarse a tomar medidas que pudieran impactar en la economía. Los dos tuvieron enfrentamientos con respecto al coronavirus en múltiples ocasiones durante los últimos dos años y dieron batallas judiciales para evitar que las políticas del otro se llevaran a cabo.

El domingo, al ganar las primarias del PSDB, Doria se encargó de remarcar la distancia que mantiene con respecto a Bolsonaro y también la que lo aparta de Lula. Según informó Carta Capital, en una entrevista publicada por el diario Valor Económico el dirigente fue consultado sobre la posibilidad de pedirle apoyo al líder del Partido de los Trabajadores (PT) en caso de que el propio Doria compitiera en segunda vuelta con Bolsonaro, un escenario que en las encuestas aparece como poco probable. El gobernador respondió: “El diálogo siempre se mantendrá con quien merece el diálogo, con quien respeta y aprecia el diálogo. A los populistas extremistas no les gusta el diálogo. Les gusta imponer sus posiciones, decidir, mandar, lo que torna más difícil el diálogo”. Además, Doria agregó que ya mantiene contactos con el exjuez Sergio Moro, probable candidato del partido derechista Podemos, con quien dijo mantener una amistad, y que tampoco tiene problemas en comunicarse con Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista.

Después de la votación, en su mensaje a los votantes, Doria también apuntó contra Lula. Acusó al expresidente y a su sucesora, Dilma Rousseff, de haber estado al frente del “mayor estado de corrupción” que haya habido en su país, y agregó: “Los fines no justifican los medios”. Según informó la agencia Télam, Doria también se refirió a Bolsonaro y dijo que “vendió un sueño y entregó una pesadilla”. “Nuestro fraterno Brasil se transformó en el Brasil de la discordia, de la desunión, del conflicto, de la pelea entre familiares y amigos, de la arrogancia pública, de la violencia contra la democracia, de los ataques a la prensa y a periodistas”, dijo.

Lula todavía no confirmó su candidatura para las elecciones del 2 de octubre, pero las encuestas lo colocan primero en las preferencias de los votantes, con un apoyo cercano a 45%, frente a 26% de Bolsonaro. En caso de que ninguno de los candidatos resulte electo ese día, la segunda vuelta está prevista para el 30 de octubre de 2022.

El partido de Doria, el PSDB, no gobierna desde que Fernando Henrique Cardoso fue presidente, de 1995 a 2003, y en las últimas elecciones su candidato, Geraldo Alckmin, apenas reunió 5% de los votos. Sin embargo, este partido fue aliado del gobierno que encabezó Michel Temer cuando Rousseff fue derrocada, en 2016, y ocupó varios ministerios.

No obstante, meses atrás, en mayo, Cardoso y Lula tuvieron un acercamiento. Según informó el propio dirigente del PT, mantuvieron “una larga reunión sobre Brasil, sobre nuestra democracia y sobre la negligencia del gobierno Bolsonaro frente a la pandemia”.