Sin pausa, los dos candidatos que avanzaron a la segunda vuelta de las elecciones chilenas prosiguieron con su campaña electoral este lunes, apuntando a los comicios definitivos del 19 de diciembre en los que se elegirá al sucesor de Sebastián Piñera.

De acuerdo a los datos finales, el ultraderechista José Antonio Kast, del Partido Republicano, obtuvo 27,91% contra el 25,83% que consiguió Gabriel Boric, representante de la coalición izquierdista Apruebo Dignidad. En votos, la diferencia entre ambos contendientes fue de 146.313.

Si se toma en cuenta los porcentajes que obtuvieron los otros candidatos en las elecciones, Kast parece estar mejor posicionado para la segunda vuelta, porque tendrá el apoyo casi unánime de los votantes del oficialista Sebastián Sichel (12,79%) y de buena parte de los que obtuvo el centroderechista Franco Parisi, del Partido de la Gente (12,80%). Por su parte, Boric, que este lunes ya comenzó su campaña de cara a la segunda vuelta con un acto en la ciudad de Valparaíso, tendrá la mayor parte de los votos que obtuvo la demócrata cristiana Yasna Provoste (11,61%) y también los que consiguió el líder del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami (7,615%).

Pero más allá de estos números, la votación del domingo fue baja, ya que apenas 46,72% de los habilitados efectivamente ejercieron su derecho, por lo que en esta nueva campaña, particularmente Boric hará un llamado directo a que sufraguen aquellos que no lo hicieron en esta primera instancia.

Con la derrota del oficialismo y de la ex Concertación, el panorama político chileno quedó muy fragmentado, cosa que se refleja en la futura conformación del Parlamento, ya que en la elección del domingo se renovó toda la Cámara de Diputados y 27 de los 50 escaños del Senado. Pero, además, las dos candidaturas a la presidencia expresan posturas, visiones y sensibilidades absolutamente disímiles. Por un lado, está Kast, abogado de 55 años, alguien que no teme identificarse como derechista y que recientemente defendió el legado de la dictadura de Augusto Pinochet, hijo de un exoficial nazi, profundamente católico, conservador en lo social y liberal en lo económico.

Del otro está Boric, de 35, oriundo de la sureña ciudad de Punta Arenas, capital de la región de Magallanes, quien no terminó su carrera de derecho para dedicarse a la vida política, a la que ingresó desde el movimiento estudiantil. Crítico de los gobiernos de la Concertación que gobernaron el país alternadamente con la derecha tras el retorno de la democracia, Boric es diputado desde 2014 y en 2019 ganó más relevancia aún al consolidarse como una de las voces más prominentes del estallido social que terminó con la instalación de la Convención Constituyente.

En los días previos a la elección, de acuerdo a lo que recordó la BBC, el aspirante izquierdista a la presidencia dijo: “O avanzamos a un Chile inclusivo, generoso, más preocupado de los suyos, o seguimos en la lógica del rechazo, la exclusión y los privilegios por los que Chile se levantó el 25 de octubre de 2019 y reclamó un proceso constituyente”.

Por su parte, Kast no suele hablar de inclusión en sus discursos. Apenas conocido su triunfo del domingo, llamó a los ciudadanos a unirse a su candidatura. “Que aquí nadie se equivoque: la única candidatura que va a recuperar la paz, que va a enfrentar a los narcotraficantes y delincuentes, que pondrá fin al terrorismo, es la nuestra”, y aseguró que Boric es un aliado del Partido Comunista, que “protege a vándalos y terroristas”. En este sentido, según informó La Tercera, el postulante de ultraderecha dijo que el 19 de diciembre los chilenos deberán “elegir entre libertad y comunismo”, y subrayó: “No queremos ir en la ruta de Cuba y Venezuela”.

Como se dijo, en las elecciones del domingo que terminaron con Kast y Boric en la segunda vuelta, también se desarrollaron las elecciones parlamentarias, las cuales tuvieron resultados inéditos. Tras el retroceso de las coaliciones, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados no habrá mayorías claras: mientras que la primera quedó dividida casi exactamente entre izquierda y derecha, en la segunda se advierten tres tercios con representantes de múltiples colores, destacando el ingreso de representantes del Partido de la Gente, Independientes Unidos, entre otros, consignó El Mercurio.

Algunos de los datos que quedaron de la conformación del nuevo Parlamento chileno son que el Partido Comunista ganó dos bancas en el Senado y volverá a la cámara alta por primera vez desde la reanudación democrática. Además, fue electa diputada Emilia Schneider, exdirigente estudiantil que será la primera diputada trans en el Parlamento chileno y también ganó un escaño en el Senado la independiente Fabiola Campillai, quien ganó notoriedad tras ser víctima de la represión policial durante el estallido social de 2019. La ahora senadora perdió la vista, el olfato y el gusto luego de que le explotara en la cara una bomba lacrimógena lanzada por la Policía.