El Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró que el préstamo de 57.000 millones de dólares que otorgó a Argentina en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri, no cumplió con los objetivos principales para los que fue otorgado, según un informe técnico de evaluación elaborado por el organismo y publicado esta semana.
Según su estudio, consignado por medios argentinos, el crédito no sirvió para restaurar la confianza de los mercados en el país ni para reducir los desequilibrios fiscales. La estrategia y las condiciones que se establecieron para el programa “no fueron lo suficientemente sólidas para corregir los problemas estructurales de Argentina, como finanzas públicas frágiles, dolarización, alta inflación, políticas monetarias débiles, un limitado sector financiero y una base exportadora reducida”, señala.
Los encargados de elaborar el informe también señalaron que el organismo debió involucrarse más en la ejecución del programa presentado por el gobierno de ese momento; sin embargo, consideraron que el Ejecutivo encabezado por Macri es el principal responsable por no haber alcanzado los objetivos. Para ejemplificar esto, destacan que el gobierno no implementó medidas sobre las operaciones de deuda ni relativas a controles al movimiento de capitales, lo que resultó perjudicial para el país. A su vez, el FMI concluye que el préstamo no sirvió para proteger al sector más vulnerable de la población ni tampoco para mejorar la situación de la balanza de pagos.
El actual presidente argentino, Alberto Fernández, que se encuentra en medio de una negociación con el FMI para reestructurar el pago de la deuda, dijo que el informe presentado por la entidad fue “lapidario”. “Es algo que ya sabíamos. Nosotros se lo contamos al Fondo, y el Fondo, en todo caso, debió admitir lo que nosotros decíamos”, dijo en una rueda de prensa que ofreció en la Casa Rosada en el marco de un brindis de fin de año.
El mandatario también consideró que actualmente “la economía está funcionando bien”. “Estamos contentos; los datos de empleo son muy buenos, tenemos que trabajar mucho para que el empleo formal se recupere”, agregó.
Antes de que hablara Fernández, la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, había explicado que el gobierno consideraba “tímido” el informe. “Consideramos que en algunos aspectos es tímido el balance que se hace y que es muy importante que el FMI pueda ver si efectivamente se cumplieron o no los requisitos del artículo 6 de su estatuto, en el que se ponen las condiciones por las cuales se le da un préstamo a un país”, dijo Cerruti, de acuerdo a lo que informó Efe.
La vocera aseguró que se trató de “un préstamo político que el mundo le dio al gobierno de Mauricio Macri para sostener un proyecto político” que ahora la administración de Alberto Fernández tiene que renegociar, y recordó que Argentina recibió un préstamo por encima de 180% de su cuota. Cerruti agregó que el informe “marca la situación catastrófica en la que quedó el país en 2019, a pesar del préstamo multimillonario que le habían dado a Mauricio Macri”.
Por su parte, Nicolás Dujovne, quien fue ministro de Hacienda de la gestión de Macri y uno de los responsables de elaborar el plan que desembocó en el otorgamiento del crédito del FMI, sostuvo en su cuenta de Twitter que el acuerdo “se dio en una situación de excepcionalidad debido a la sequía, la suba de tasas en Estados Unidos y al elevado déficit heredado” y que “tuvo el apoyo de todos los países miembros del FMI”, algo que interpretó como un “apoyo político mundial a un proceso de cambio que había comenzado en el país”. “Llama la atención que el actual gobierno ahora sí tome como propia la visión del FMI sobre el programa de 2018, pero no haya podido alcanzar consensos básicos como para firmar un programa en más de dos años de gestión”, señaló en tono crítico Dujovne.