El PIB (producto interno bruto) de Brasil registró una variación negativa de 0,1% en el tercer trimestre, en relación al trimestre anterior, según informó este jueves el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

Con dos trimestres consecutivos de PIB negativo, la economía brasileña se puede considerar que entró en recesión técnica, de acuerdo a los datos consignados por CNN Brasil.

Después de una caída del 0,4% en el segundo trimestre, el consenso de los analistas es que la economía brasileña está estancada y que no hay perspectivas de mejora en el cuarto trimestre del año, cuando se espera un nuevo resultado cercano a cero para el PIB en la comparación trimestral.

La pérdida de ingresos de la población, con una inflación superior a 10% en los últimos 12 meses, y una leve reanudación del mercado de trabajo impulsada básicamente por los trabajos informales no contribuyeron al aumento del consumo.

Además, tanto empresas como familias también están postergando decisiones de inversiones y compras ante el alza de las tasas de interés para contener la inflación y la incertidumbre generada por las elecciones presidenciales que se realizarán en octubre del año que viene.

Pero a pesar de lo que los datos oficiales muestran, el ministro de Economía, Paulo Guedes, aún insiste en que la economía brasileña crecerá este año. Luego de la divulgación este jueves de que el PIB tuvo una caída de 0,1% en el tercer trimestre, Guedes dijo a la cadena Globo que la disminución del índice está “focalizada”. Según él, el principal culpable de la caída del PIB es el impacto que tuvo la sequía en la agricultura y la industria.

“La agricultura cayó 8%, pero el sector servicios, por ejemplo, se recuperó. Fue una caída localizada”, dijo el ministro. En el primer trimestre de 2021 se registró un crecimiento de 1,2%, lo que hizo que Guedes anunciara la “recuperación en V” de la economía.

Pero incluso con las cifras del segundo trimestre mostrando lo contrario, el ministro de Economía insistió en su tesis.

Luego de conocidos los datos difundidos por el IBGE, el Ministerio de Economía publicó un comunicado en el que explicó –siguiendo la línea de Guedes– que “factores climáticos adversos” pesaron sobre la caída del PIB.

“Es fundamental distinguir lo que es política económica de los factores climáticos puntuales y adversos de la naturaleza. La mayor crisis del agua en 90 años de historia y la ocurrencia de heladas severas impactaron tanto en el área energética como en sectores que dependen del clima, como la agricultura”, se expresa en el comunicado.

Pero algunos analistas se mostraron en total desacuerdo con las explicaciones de Guedes y del Ministerio que él preside.

“¡Es desastroso! Es muy fácil que la economía crezca después de una caída tan grande como la del año pasado. Y eso es lo que está pasando en otros países, que están creciendo de manera muy fuerte, mientras nosotros estamos por debajo del promedio mundial y por debajo del promedio de la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos]” lamentó el profesor Pedro Rossi, académico de la Universidad Estatal de Campinas, en el estado de San Pablo.

“El gasto público se ve obstaculizado por la austeridad fiscal, que frena el crecimiento, y el gasto privado se ve obstaculizado por la falta de perspectivas, la falta de empleo, la caída de los salarios reales y la inexistencia de una política favorable al crecimiento y a la generación de empleo”, agregó Rossi, en declaraciones al portal Carta Capital.

Por su parte el analista Nelson Marconi, quien se desempeña en la Fundación Getúlio Vargas, expresó: “Si no tenemos una estrategia clara orientada al crecimiento sostenible, con estabilidad de precios y reducción de desigualdades, continuaremos en este escenario por mucho tiempo, lamentablemente”. Marconi señalo que el valor del PIB acumulado en 12 meses en el tercer trimestre de 2021, sin considerar los efectos inflacionarios, se encuentra en el nivel observado en el primer trimestre de 2013. “Pasaron más de ocho años y estamos en el mismo lugar”, afirmó.