La Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunció que las autoridades de Bielorrusia impidieron la entrada a una delegación de la institución que se proponía investigar la situación de miles de migrantes aglutinados desde hace varios meses en la frontera con Polonia. Desde el lado polaco, el organismo entrevistó a varios afectados, quienes denunciaron haber sido golpeados por militares bielorrusos para forzarlos a cruzar al vecino país, así como devoluciones forzosas también llevadas a cabo por las autoridades de Polonia, de acuerdo a lo que consignó France24.

La portavoz de la organización, Liz Throssell, informó que una delegación del organismo evidenció “condiciones espantosas” para los miles de migrantes, especialmente provenientes de África y Medio Oriente, que desde hace meses acampan en la frontera entre los dos países con la esperanza de entrar a la Unión Europea.

“La mayoría de los migrantes entrevistados denunció que cuando estaban en Bielorrusia fueron golpeados o amenazados por las fuerzas de seguridad” para forzarlos a pasar hacia Polonia. Varios migrantes señalaron ante los funcionarios de la ONU que los militares les indicaron “cuándo y dónde cruzar, e impidieron que la gente abandonara la zona fronteriza para regresar a Minsk”, la capital bielorrusa, hacia donde fueron inicialmente atraídos, indicó la organización.

Además, los migrantes afirmaron que tuvieron escaso acceso a agua y alimentos, mientras soportan temperaturas bajo cero. “Varios entrevistados dijeron que las fuerzas de seguridad bielorrusas habían exigido sumas exorbitantes para darles comida y agua”, y, según los informes, varias personas murieron debido a las duras condiciones en las que estaban, agregó Throssell.

La ONU recopiló la información desde el lado polaco, mediante reuniones con representantes de la sociedad civil y del gobierno, así como entrevistando a 31 migrantes que llegaron al país europeo entre agosto y noviembre.