El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y el subsecretario ruso, Sergei Riabkov, manifestaron el malestar de Moscú respecto del conflicto en Ucrania y la relación con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Europa y Estados Unidos. Para Riabkov, existe incluso una amenaza de que surja una nueva crisis de los misiles, como la de 1962, en plena Guerra Fría, según declaraciones citadas por la agencia rusa Sputnik. El subsecretario consideró que decir eso no es una declaración “muy fuerte” si se compara el contexto de aquella crisis con el actual.
“No me gustaría que analizáramos un escenario de escalada, y creo que estamos muy cerca de esa línea, tras la cual la diplomacia, con toda su demanda y sus habilidades, comienza a desempeñar un papel secundario. Ahora, para resolver esa situación, deben usarse principalmente los medios políticos y diplomáticos”, dijo Riabkov.
El funcionario remarcó además que se debe atender las demandas de Rusia sobre seguridad. Las principales apuntan a que Estados Unidos y la OTAN no hagan despliegues militares cerca de sus fronteras, y a que esa alianza no incorpore como miembros a Ucrania y Georgia.
“Pedimos que eso se tome muy en serio”, dijo. “Insistimos en obtener garantías legales y vinculantes de seguridad”, agregó. “Ya no se puede posponer más, hay que abordar ese asunto serio aquí y ahora, como dirían los estadounidenses”, dijo el subsecretario.
Lavrov, por su parte, dijo que los países occidentales podrían impulsar un conflicto armado en Ucrania para aplicar sanciones a Rusia. “No descarto que se trate del simple deseo de atizar ánimos militaristas, de armar una pequeña guerra, luego culparnos e implementar nuevas sanciones para reducir nuestras capacidades competitivas”, dijo el alto funcionario en una entrevista publicada en un canal oficialista ruso en Youtube y citada por la agencia Efe.
El canciller señaló que hay voces que piden aplicar sanciones preventivas a Rusia por haber desplegado sus tropas en la frontera con Ucrania, y que esas medidas se levantarían sólo si no se produce el ataque ruso que el gobierno ucraniano prevé para enero. Incluso, dijo Lavrov, esas medidas podrían mantenerse por mayor tiempo para ejercer presión sobre su país. Para el ministro, quienes impulsan ese tipo de sanciones son “irracionales”. Con respecto a Estados Unidos, dijo que el contexto es el de una “bacanal antirrusa como factor unificador”.
“¿Podríamos convertirnos en una plaza sitiada? Estoy convencido de que esto no figura para nada en los planes del gobierno ruso [...]. Nuestro modo de vida y nuestras convicciones no cambiarán sólo porque Occidente esté enojado”, dijo. También declaró que su país no estaría dispuesto a pedir que se levanten las sanciones en su contra, algo que consideró una humillación.
A su vez, Riabkov afirmó: “Resulta imposible tolerar las ideas de nuestros ‘colegas’ de que todo debe seguir de acuerdo con el guion previo y sólo deben continuar fortaleciéndose las tendencias que para nosotros resultan destructivas”. Según citó Sputnik, dijo que no se trata de áreas “de influencia” afectadas, sino de “esferas de interés vital” para Rusia.
Riabkov es el funcionario designado para liderar las negociaciones en “cualquier país neutral” que reclama Moscú a Washington para alcanzar las condiciones de seguridad que exige Rusia. En sus declaraciones, Riabkov dijo que no sabe quién sería su “contraparte por el lado estadounidense” en ese diálogo, pero aventuró que podría ser la subsecretaria del Departamento de Estado, Wendy Sherman. Según Rusia, las partes se encontrarán el 12 de enero.
Riabkov también se refirió a la OTAN y dijo que es necesario detener el avance “de su maquinaria bélica y de su capacidad militar hacia el este” y que se debe “excluir el ingreso de Ucrania en esa organización militar” porque este es un asunto clave para la seguridad de su país.
La semana pasada el propio presidente ruso, Vladimir Putin, comparó la crisis actual con la de los misiles. En una conferencia de prensa dijo que “Rusia no amenaza a nadie” y que fue Estados Unidos el que desplegó misiles cerca de la frontera de su país, como la Unión Soviética lo hizo en Cuba en 1962. “¿Acaso hemos puesto nosotros misiles cerca de la frontera de Estados Unidos? No. Es Estados Unidos el que ha venido a nuestra casa con sus misiles, y ya están en el umbral”, dijo, de acuerdo con Efe. Putin se preguntó: “¿Cómo reaccionarían los estadounidenses si de repente desplegáramos nuestros misiles en la frontera entre Canadá y Estados Unidos o en la frontera entre México y Estados Unidos?”.
A esas declaraciones, la portavoz del gobierno de Joe Biden, Jen Psaki, respondió: “La única agresión que estamos viendo en la frontera de Rusia y Ucrania es el aumento de la presencia militar rusa y la retórica belicosa del presidente de Rusia”, y dijo también que la OTAN es “una alianza defensiva, no de agresión”.