Un grupo de personas armadas atacó a tiros al primer ministro de Haití, Ariel Henry, y su comitiva cuando salían de la catedral de la ciudad de Gonaïves. Momentos antes, se había celebrado allí una misa por los 218 años de la independencia del país.

Durante la ceremonia, afuera de la iglesia ocurrieron enfrentamientos entre civiles armados y distintas unidades de la policía, informaron el periódico haitiano Le Nouvelliste y el dominicano Diario Libre. Una vez que terminó la celebración religiosa, Henry tenía previsto dar un discurso, pero antes de que lo hiciera comenzó el tiroteo dirigido hacia él, que fue respondido por su guardia de seguridad.

Una persona que estaba entre el público murió en ese ataque y otras dos resultaron heridas, pero Henry salió ileso. Tampoco sufrieron lesiones el ministro de Defensa, Enold Joseph, el del Interior, Litz Quitel, y otros integrantes del gobierno que estaban junto al primer ministro durante el ataque.

Henry había decidido ir a Gonaïves a pesar de haber recibido amenazas de grupos armados que dominan la zona y que le advirtieron que no asistiera, informó la agencia de noticias Efe. Hacía cuatro años que ninguna autoridad nacional visitaba esa ciudad debido a la violencia y a la falta de control estatal. Por eso, para la llegada de Henry se colocaron barricadas en las vías de acceso a la Place d’Armes y la Catedral, además de una fuerte custodia policial. Después del ataque, los demás actos programados para conmemorar la independencia fueron suspendidos.

Este atentado ocurrió meses después de que el 7 de julio fuera asesinado en su casa el presidente Jovenel Moïse, atacado por un grupo de mercenarios. Todavía se investigan las motivaciones detrás del asesinato del presidente.

Este domingo el gobierno de Jamaica informó que deportará el lunes a Colombia a un exmilitar de ese país, Mario Antonio Palacios, acusado de participar en el asesinato de Moïse. Palacios ingresó de manera ilegal al país desde República Dominicana, lo que motiva la deportación, pero según el gobierno de Jamaica la información que envió Haití al respecto “no lo vinculaba con el asesinato y esencialmente indicaba que era sospechoso de un intento de robo a mano armada, sin ningún detalle”.

El exprimer ministro de Haití Claude Joseph, que ocupaba ese cargo cuando ocurrió el magnicidio, dijo este domingo que la deportación a Colombia de Palacios “es un duro golpe para la investigación” y muestra que “no hay voluntad política para avanzar en la investigación del asesinato”.

La Policía buscaba a Palacios como un supuesto integrante del grupo que cometió el magnicidio. Hasta ahora fueron detenidos 18 exmilitares colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano. Otros tres colombianos murieron en tiroteos con la policía al momento de su detención.