Frente a dirigentes y vecinos del Museo Nacional de Historia Natural Quinta Normal, el presidente electo de Chile, Gabriel Boric, anunció la composición de su gabinete, que asumirá el 11 de marzo y estará formado por independientes, integrantes de los partidos del Frente Amplio, del Partido Comunista y de la Concertación, que lo apoyó en la segunda vuelta.

En el equipo más cercano aparecen dirigentes de la generación de Boric que, al igual que el presidente electo, fueron líderes estudiantiles y luego diputados, como la diputada comunista Camila Vallejo, que será la ministra vocera del gobierno, y Giorgio Jackson, designado secretario general de la Presidencia.

Ese equipo de la mayor confianza del presidente se completa con Izkia Siches, que fue vocera de la campaña de Boric y será la primera mujer de la historia en tener a su cargo el Ministerio de Interior y Seguridad Pública; y Mario Marcel, expresidente del Banco Central, como ministro de Hacienda.

En total, el gabinete contará con 14 mujeres y diez hombres. Después de los nombramientos, Boric destacó la búsqueda de la paridad e hizo un reconocimiento a la expresidenta Michelle Bachelet por haber impulsado ella también la igualdad de género en el gabinete.

Dentro de la coalición Apruebo Dignidad, la coalición (conformada por el Frente Amplio y el Partido Comunista) que llevó a Boric al gobierno, le correspondieron tres ministerios a Convergencia Social, el partido del presidente electo, tres a Revolución Democrática, el de Jackson, y tres al Partido Comunista. Otras organizaciones tuvieron un ministro cada una: el Partido por la Democracia, el Partido Liberal, Comunes, el Partido Radical y la Federación Regionalista Verde.

“Nos acompañan en este equipo ministros y ministras de diferente formación, un gabinete diverso como es nuestro país. Con diferentes orígenes y puntos de vista. Un gabinete con mayoría de mujeres”, dijo Boric. Además del equilibrio de género y entre partidos, también hay diversidad territorial: 15 ministros provienen de la Región Metropolitana y nueve de otras zonas de Chile.

En cuanto a la lista de ministros designados, el nuevo ministro de Economía será el frenteamplista Nicolás Grau. También son frenteamplistas el próximo ministro de Energía, Claudio Huepe, y la ministra de Cultura, Julieta Brodsky.

Como ministra de Justicia y Derechos Humanos, Boric designó a la socióloga independiente Marcela Ríos, y en el Ministerio de Bienes Nacionales a la abogada Javiera Toro. Al frente del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género estará Antonia Orellana.

En Educación asumió el primer profesor en ocupar ese cargo, Marco Ávila (de Revolución Democrática). Se respondió así a un viejo reclamo de que un docente condujera la educación. A su vez, al ministro de Transporte y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, Boric le pidió que tenga en cuenta no sólo Santiago en su gestión.

La lista de ministros sigue con la física y climatóloga Maisa Rojas en Medio Ambiente, la profesora de Educación Física Alexandra Benado en Deportes y el biólogo Flavio Salazar, vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile, en Ciencias.

El Partido Socialista estará representado por la ministra de Defensa, Maya Fernández, nieta del presidente Salvador Allende, y el de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes. También fueron militantes del PS Marcel, y la futura canciller, Antonia Urrejola. A su vez, una exsubsecretaria de Salud de Bachelet, Jeanette Vega, será la ministra de Desarrollo Social.

La lista de integrantes del gobierno se completa con Begoña Yarza en Salud, Jeanette Jara en Trabajo y Previsión Social, Esteban Valenzuela en Agricultura, y Juan Carlos García en Obras Públicas. A Yarza Boric le pidió públicamente “continuar la exitosa estrategia de vacunación de este gobierno” y “enfrentar los efectos que la pandemia ha tenido sobre trabajadores de salud”. También señaló que una de las prioridades será atender la salud mental y el impacto que tuvo en esa área la pandemia.

Después de dar a conocer los nombramientos, Boric dijo que tiene la convicción de que “un buen presidente no es el que está encima de sus ministros respirándoles en la nuca”, sino el que “trabaja en equipo para lograr los objetivos”. A los integrantes de su gabinete les pidió “diálogo, diálogo, diálogo” y que “escuchen el doble de lo que hablan”, “que estén en las calles y que construyan soluciones con la gente de Chile”. “Me interesa mucho escuchar a quienes están en sus casas, que muchas veces tienen ideas que acá pueden no surgir, a quienes viven en carne propia las desigualdades del proceso de desarrollo chileno”, afirmó.

Boric se refirió también al conflicto mapuche. Manifestó sus “condolencias a familiares de las víctimas” de la violencia y también sus “respetos al pueblo mapuche”. Por otra parte, llamó a cuidar el proceso constituyente resguardando la autonomía de la Convención Constitucional y “garantizando que sea lo más amplia, participativa”.

El presidente electo marcó como uno de sus desafíos “consolidar la economía nacional sin reproducir sus desigualdades estructurales”, y agregó: “Estamos hablando de un crecimiento sustentable acompañado de una justa redistribución de la riqueza [...] Terminar con los abusos que tan justamente tienen indignados a nuestro pueblo”.

“Hoy comienza a escribirse un nuevo capítulo en nuestra historia democrática”, dijo Boric, y continuó: “Estamos seguros de que nuestro mandato es muy claro: impulsar cambios y transformaciones que hagan posible que la justicia y la dignidad sean el pan de cada día”.