“Estoy aquí para terminar lo que empecé, con la convicción de que Colombia está lista para cambiar de rumbo, para cumplir su cita con la historia”, dijo Íngrid Betancourt, de 60 años. La dirigente colombiana lanzó este martes su precandidatura a la presidencia por la Coalición Centro Esperanza.
Hace 20 años, el 23 de febrero de 2002, Betancourt era candidata a la presidencia por el partido Verde Oxígeno cuando fue secuestrada por la guerrilla de las FARC, en San Vicente del Caguán. Por más de seis años estuvo en manos de la guerrilla, hasta que fue rescatada por las Fuerzas Armadas en julio de 2008, junto a otras 14 personas en la misma situación.
Después de su regreso, Betancourt dejó la política, se fue de Colombia y se instaló en Europa, hasta que este martes anunció su regreso a esa actividad. “Quiero ser la presidenta de los colombianos para asegurarme de que la riqueza del país irá a los niños y jóvenes”, dijo en conferencia de prensa. Afirmó que por décadas Colombia “sólo ha tenido malas opciones, extrema derecha o extrema izquierda”, pero “ahora ha llegado el momento de tener una opción de centro”.
“Voy a trabajar desde este instante sin descanso, de sol a sol, para ser su presidente”, dijo Betancourt. “Yo creo en un mundo con visión de mujer”, agregó.
Para lograr la candidatura debe participar en una consulta que realizará la Coalición Centro Esperanza en marzo, en la que competirá con el expostulante a la presidencia Sergio Fajardo, los exministros Juan Fernando Cristo y Alejandro Gaviria, el senador Jorge Robledo y el exsenador Juan Manuel Galán. En caso de ganar en la interna podrá postularse a las elecciones del 29 de mayo, en las que aparece como favorito el exalcalde de izquierda Gustavo Petro.
Según informó la agencia AFP, Betancourt también se refirió durante su conferencia de prensa a una indemnización de 36 millones de dólares que según un fallo de la Justicia estadounidense deben pagarle las desmovilizadas FARC a su hijo, Lawrence Delloye, como reparación por el daño que le causó el secuestro de su madre. “Nos hemos acostumbrado a pensar que pedir justicia es abusivo y es indecente [...] yo he venido hoy a exigir a que se indemnice, se compense y se repare a cada hijo, a cada hija, a cada padre, a cada madre, de todas las familias” de víctimas del conflicto. Su hijo demandó esa reparación ante un tribunal de Estados Unidos.
“Me acusaron de haber sido ingrata, oportunista, codiciosa, por haber pedido que se me reconocieran los derechos que la ley colombiana había establecido para proteger a las víctimas del terrorismo. Pero es que el sistema de corrupción que impera en nuestro país sólo les reconoce los derechos a los bandidos”, dijo la candidata.