El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se encontrarán este viernes en Ginebra para intentar bajar la tensión con respecto a Ucrania. Sin embargo, antes del encuentro, esa tensión no paró de crecer.

Este jueves, el Departamento de Estado dio su aprobación para que tres aliados de la OTAN -Estonia, Lituania y Letonia- envíen armas a Ucrania. Según informaron el medio digital Político y la agencia Efe, se trata de misiles antiblindajes y antiaréos, y otras armas de fabricación estadounidense. El ministro de Defensa de Letonia, Artis Pabriks, dijo que no daría detalles sobre el envío hasta que hubiera llegado, pero que incluía armas “letales” y suministros para soldados fabricados en su país.

Por su parte, la Armada rusa anunció este jueves que “efectuará una serie de ejercicios en todas las zonas de responsabilidad de la flota”, con más de 140 buques y unos 10.000 soldados. El objetivo de esas maniobras a gran escala, que se extenderán durante enero y febrero, es “la defensa de los intereses nacionales rusos en los mares” y también “la lucha contra las amenazas militares”, según informó el Ministerio de Defensa en un comunicado. En ese marco, unidades de la infantería de marina rusa llegaron este jueves a Bielorrusia para las maniobras llamadas “Determinación aliada-2022”.

Para Washington, se trata de acciones “preocupantes”, porque se desarrollan cerca de la frontera de Ucrania, donde Rusia ya tiene apostados 100.000 militares y armamento pesado. El gobierno de Estados Unidos insiste en que Rusia prepara una invasión a ese país, aunque Moscú lo niega y argumenta que está actuando dentro de su territorio.

A su vez, Blinken prometió este jueves más ayuda militar para Ucrania y advirtió que Rusia tiene la capacidad de “duplicar” en “muy poco tiempo” su presencia militar en la frontera. Hizo esta promesa en la capital ucraniana, Kiev, a donde viajó para ratificar su apoyo a ese país.

El miércoles el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que cualquier incursión de Rusia en el territorio de Ucrania será considerada una invasión. En ese caso, Rusia “se encontrará con una respuesta económica severa y coordinada” de su país, la Unión Europea y sus aliados en la OTAN, agregó. “No hay duda. Que no quede ninguna duda, de que si Putin toma esta decisión, Rusia pagará un alto precio”, insistió Biden.

En ese sentido, el Departamento del Tesoro estadounidense anunció este jueves sanciones para dos parlamentarios ucranianos y otras dos personas, a quienes acusa de llevar adelante acciones para “desestabilizar” a Ucrania “bajo dirección” de Moscú.

Se prevé que en el encuentro de este viernes Lavrov vuelva a reclamar garantías de que Ucrania no va a integrar la OTAN, un pedido al que Estados Unidos no tiene planeado acceder. De hecho, contra lo que pide Rusia, Biden manifestó que ayudará a los aliados de la OTAN en el este de Europa y dijo que ya envió 600 millones de dólares en equipamiento de defensa a Ucrania.