Desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hasta el partido surgido tras la desmovilización de las FARC, Comunes, celebraron este miércoles el anuncio de que el gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) retomarán las conversaciones de paz el mes que viene. Así lo convinieron en un acuerdo firmado el martes por las dos partes en Venezuela, país que actuará como garante en los diálogos, junto a Cuba y Noruega. Según informaron, en principio la sede de las negociaciones será rotativa porque así se había acordado al comienzo del diálogo que se frustró en 2019.
La instalación de la mesa de negociación será anunciada la primera semana de noviembre, según el documento firmado por Danilo Rueda, el alto comisionado para la Paz de Colombia, Antonio García, el máximo comandante de la guerrilla, y Pablo Beltrán, el segundo al mando del ELN, que hasta ahora había encabezado la delegación para los diálogos de paz. Participaron además en el acuerdo el senador Iván Cepeda y el obispo Héctor Fabio Henao.
El alto comisionado para la Paz resaltó la importancia de que lo que se vaya pactando se cumpla, de manera tal de generar confianza. “El diálogo en sí mismo debe expresar los cambios y esta delegación de paz [del ELN] nos ha expresado y nos ha dado elementos de profunda confianza”, dijo Rueda, según citó la agencia Efe.
Consideró que ha habido un “desescalamiento de las actuaciones [del ELN] en varios territorios donde ellos operan”, y celebró la decisión del grupo guerrillero de “evitar confrontaciones armadas”. Consultado sobre la posibilidad de declarar un cese de las hostilidades, el alto comisionado dijo que por el momento las partes están en una etapa de generar confianza mutua. En la rueda de prensa en la que se hizo el anuncio estuvieron presentes también representantes de los países garantes y Carlos Ruiz, jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia.
Por su parte, el jefe del ELN Antonio García confirmó que la negociación se retomará en el punto en que quedó antes de ser suspendida. Los diálogos se estancaron en 2018, con la llegada de Iván Duque a la presidencia, y se suspendieron definitivamente en enero de 2019, después del atentado del ELN contra la Escuela de Cadetes General Santander, que dejó 22 muertos y 62 personas heridas.
El diario colombiano El Espectador recordó que hasta entonces, durante la negociación con el gobierno de Juan Manuel Santos, se había avanzado en el punto 1, titulado “Participación de la sociedad en la construcción de paz”. Por entonces también se discutía la posibilidad de un cese del fuego bilateral.
García manifestó que el proceso que ahora se retoma comenzó en agosto de 2012, y manifestó: “Llevamos tres presidentes, vamos para un cuarto, pero ese es el ritmo de las negociaciones, no por negligencia del ELN. Pensamos que las nuevas circunstancias políticas de Colombia han permitido reiniciar las negociaciones. La confianza que tenemos es que hay un viraje en la política de paz del Estado y es probable que los acuerdos a los que vayamos llegando también vayan abriendo otras posibilidades”.
Por su parte, el partido surgido de la desmovilizada guerrilla de las FARC, Comunes, emitió el miércoles una declaración en la que saludó “con esperanza” el anuncio de que se retomarán estas negociaciones. “El camino venidero no será fácil ni mucho menos corto, pero, como firmantes del Acuerdo de Paz, podemos decir que no hay una decisión más acertada que darle solución política al conflicto, pues el pueblo colombiano anhela la paz tras décadas de guerra y violencia”, señaló. Comunes ofreció acompañar el proceso que comienza en noviembre, así como el diálogo con otros grupos armados, “pues, como lo ha demostrado la historia, la guerra no se acaba con más guerra”.
Por su parte, la ONU celebró que se retome el diálogo. El secretario general del organismo, António Guterres, a través de un comunicado de su portavoz, Stéphane Dujarric, llamó a las dos partes a “aprovechar plenamente esta oportunidad para poner fin a un mortífero conflicto que ha durado décadas y cuya resolución es clave para expandir el alcance de la paz en el país”. Manifestó su confianza en que “los colombianos pueden demostrar una vez más que incluso los conflictos más enquistados se pueden resolver con diálogo”. Guterres agradeció a Cuba, Noruega y Venezuela por apoyar este proceso y pidió a la comunidad internacional que haga lo mismo.