Varios estudios publicados en los últimos días confirmaron que alrededor de 60% de los evangélicos brasileños votaron por el presidente Jair Bolsonaro en la primera vuelta electoral del 2 de octubre, en la que el actual mandatario quedó segundo detrás del líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva.
Por esta razón, y pese a la intención inicial del exmandatario de no convertir esta fase de la campaña rumbo a la segunda vuelta del 30 de octubre en una especie de guerra religiosa, la campaña del PT decidió redactar una carta dirigida específicamente al electorado evangélico, un sector de la población que cada vez tiene una relevancia más importante en el país.
Uno de los coordinadores de la campaña, Edinho Silva, confirmó en una entrevista con Folha de São Paulo que en las próximas horas se publicará la carta, a la vez que criticó al presidente Bolsonaro por abusar de la maquinaria estatal para intentar ganar votos con beneficios sociales implementados en los días posteriores a la primera vuelta. Sobre la carta a los evangélicos, Edinho dijo que está “en proceso de redacción”.
Consultado sobre las razones para crear tal documento, el coordinador de la propaganda petista dijo que es una sugerencia de los líderes evangélicos cercanos a la campaña de Lula. “Cuando aumentás tu base de apoyo, también tenés que ampliar tu concepción. [Los líderes evangélicos] piensan que es importante tener una carta y él [Lula] escuchó esa recomendación. Va a poner en papel lo que dijo: que va a respetar la libertad religiosa”, agregó Edinho.
Esta política de llevar adelante un acercamiento con los evangelistas es un tema prioritario desde hace semanas en la interna del PT, y en ese sentido Lula dio este martes un paso significativo. Dando una idea de la amplísima base de apoyo que está captando de cara a la segunda vuelta, el exmandatario se trasladó hasta el municipio de Belford Roxo, situado en la región metropolitana de Río de Janeiro, lugar en el que hizo una caminata y un acto junto al alcalde de la ciudad, Waguinho, quien es evangélico y además ocupa el cargo de presidente de la coalición derechista Unión Brasil en Río de Janeiro, informó Carta Capital.
En este acto, siguiendo una sugerencia que le dio la senadora y excandidata presidencial Simone Tebet, del centroderechista Movimiento Democrático Brasileño, el PT les pidió a sus militantes que se vistieran de blanco. El volante que convocó a los simpatizantes del sector izquierdista al acto decía: “Por el amor y la paz, vistámonos de blanco”.
Según informó la cadena Globo, cuando Tebet vio imágenes de los eventos de campaña realizados por el PT el fin de semana en el estado de Minas Gerais, observó que casi todo el mundo estaba vestido de rojo, el color con el que tradicionalmente se identifica al PT. Tebet, tercera en la primera vuelta electoral y quien declaró su apoyo por Lula, sugirió que cambiar de color, al menos en algunos actos, puede servir para atraer a algunos votantes que si bien rechazan a Bolsonaro se resisten a votar por el PT.
Esta semana Lula seguirá recorriendo varios estados del nordeste del país. El miércoles estará en Salvador, la capital bahiana, donde participará en un acto con el petista Jerônimo Rodrigues, quien disputará la gobernación estadual en segunda vuelta con el exalcade de Salvador, el derechista Antônio Carlos Magalhães Neto. El jueves Lula se hará presente en Aracaju, la capital del estado de Sergipe, donde le dará su apoyo en un acto a Rogério Carvalho, del PT, quien se enfrentará en la pugna por la gobernación con Fábio Mitidieri, del derechista Partido Social Democrático. Para terminar la semana, el viernes Lula estará en el estado de Pernambuco junto a Marília Arraes, integrante del partido Solidaridad –uno de los sectores de la coalición que lidera el PT–, quien en la segunda vuelta por la gobernación tendrá que enfrentarse con Raquel Lyra, del centroderechista Partido de la Social Democracia Brasileña.
Mientras sigue la campaña, aparecen todos los días nuevas encuestas. Este martes los medios brasileños dieron a conocer el estudio realizado por el Instituto de Investigaciones Sociales, Políticas y Económicas, en el que el candidato izquierdista aparece primero en las preferencias con 54% de los votos válidos contra 46% de Bolsonaro.