El nuevo Parlamento italiano se constituyó este jueves, en un proceso que se encamina a la instalación de un gobierno presidido por la ultraderechista Giorgia Meloni. Para asumir como primera ministra, Meloni debe recibir el encargo de formar gobierno de parte del presidente, Sergio Mattarella, y negociar con sus aliados de la Liga y Forza Italia los cargos en el gabinete.
Las primeras negociaciones, el jueves, provocaron malestar en el líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi. El dirigente reclama que Meloni, que ganó las elecciones del 25 de setiembre con 26% de los votos, tenga el mismo trato con su partido, Forza Italia, que con la Liga, de Matteo Salvini, ya que los dos rondaron el 8% de apoyo.
Por eso cayó mal en Forza Italia que la senadora Licia Ronzulli, propuesta por ese partido, no ocupara un lugar en el gabinete que negocia Meloni. “Ningún ministerio para Ronzulli, y no está bien porque no debe haber vetos”, dijo Berlusconi. A esto se agrega que la presidencia de las dos cámaras se encamina a quedar en manos de los otros dos socios de la coalición de derecha.
Este jueves Meloni, se aseguró el control del Senado colocando como presidente a su brazo derecho, Ignazio La Russa, cofundador de su partido Hermanos de Italia, y se prevé que la Liga obtenga la presidencia de la Cámara de Diputados, que todavía no se laudó. Esos dos cargos son considerados el segundo y tercero del Estado, después del de la primera ministra, y dan a entender así el peso de los partidos en la futura coalición de gobierno.
Para mostrar su desacuerdo, los senadores de Forza Italia decidieron no votar la candidatura de La Russa. Pero aún sin los votos de Forza Italia, La Russa fue electo el jueves en una votación secreta. El dirigente, de 75 años, obtuvo 116 votos a favor, ocho más de los que necesitaba.
En la cámara baja, los diputados no lograron aprobar un titular en las primeras tres votaciones, en las que se necesitaba una mayoría de dos tercios. En esas instancias, Salvini propuso para el cargo a su colaborador Lorenzo Fontana. La votación continuará el viernes.
En el Senado, la encargada de proclamar la elección del ultraderechista La Russa –que antes de fundar Hermanos de Italia tuvo un pasado en el partido Movimiento Social Italiano, surgido del fascismo– fue la senadora vitalicia Liliana Segre, que de niña fue enviada al campo de exterminio nazi de Bikernau debido a las leyes de Benito Mussolini, informó la agencia Efe. A Segre le correspondió actuar como presidenta simbólica del Senado en su primera sesión por ser la mayor de los integrantes de esa cámara.
“Verán, en mi época, la escuela comenzaba en octubre, y me es imposible no sentir una especie de vértigo al recordar que la misma niña que, un día como este de 1938, desconsolada y desconcertada, se vio obligada por las leyes racistas a abandonar su pupitre, hoy se encuentra por un extraño destino en el pupitre más prestigioso del Senado”, dijo. En su discurso, la dirigente recordó además que este mes se cumplen 100 años de la Marcha sobre Roma y el inicio del fascismo.
La llegada de La Russa al cargo que ahora ocupa es producto de una acumulación política de la ultraderecha. El dirigente entró al Parlamento en 1992 por el Movimiento Social Italiano, hasta que fundó un nuevo partido, Alianza Nacional, en 1994, con Franco Fini como líder. En 2008, esta nueva organización política se alió con Forza Italia en la coalición Pueblo de la Libertad, y La Russa se convirtió en el ministro de Defensa de Berlusconi. Fue luego de ocupar ese cargo que llegó a fundar Hermanos de Italia, con Meloni, que ahora negocia para convertirse en primera ministra.