Flávio Dino, quien será ministro de Justicia y Seguridad Pública a partir del 1º de enero, día en el que asumirá funciones el gobierno que encabezará Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que el gobierno entrante debe actuar cuando antes para terminar con las manifestaciones golpistas para evitar una “situación de inestabilidad” en el país.
En ese sentido en una entrevista que dio a la cadena Globo, consignada por el portal Brasil 247, Dino dijo que el plan de seguridad que habría en Brasilia el día de la asunción de Lula será revisado, aunque descartó la cancelación de algunos espectáculos artísticos. “Estamos ante nuevos hechos que dan pie al reforzamiento de la seguridad, no en el sentido de no hacer alguno de los actos de la ceremonia de asunción, sino todo lo contrario. Reafirmamos que la asunción se realizará con amplia participación popular tanto en la Explanada como en los actos culturales, pero estamos frente a terroristas que deben recibir el tratamiento que exige la ley y al mismo tiempo estas medidas de protección”, dijo en referencia al frustrado atentado del sábado, cuando un militante bolsonarista pretendió hacer explotar un camión con combustible en las cercanías del aeropuerto de Brasilia.
Dino viene siendo el futuro jerarca más activo en las investigaciones del fallido atentado terrorista. Hasta ahora la única persona detenida por esta acción es George Washington Sousa, un empresario de 54 años oriundo del estado de Pará, que admitió ante la Policía la motivación política del acto que quería perpetrar. Pero este lunes las autoridades policiales de Brasilia informaron que se identificó a un segundo sospechoso de participación en el atentado. Según informó la cadena Bandeirantes, el sospechoso, identificado como Alan Diego Rodrigues, está siendo buscado y existe la posibilidad de que haya salido de Brasilia. Rodrigues fue mencionado por Oliveira, quien afirmó haberlo conocido durante las manifestaciones golpistas que hubo y todavía persisten frente al cuartel general del Ejército en la capital brasileña.
En este contexto, Dino afirmó que es urgente acabar con los campamentos bolsonaristas y declaró que espera que en el correr de esta semana el actual gobierno y las Fuerzas Armadas adopten “medidas” para desmovilizar a los manifestantes.
“En cuanto a las Fuerzas Armadas, esperamos medidas esta semana. Ya hubo una reducción en este campamento [en Brasilia]. Es hora de poner fin a esto, es urgente que esto suceda ya que estos actos son incompatibles con la Constitución, y estas movilizaciones deben terminar en todo el territorio nacional”, expresó el futuro ministro de Seguridad.
Por su parte el secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Júlio Danilo, dijo el lunes en una entrevista al diario Estadão, que el gobierno de Brasilia quiere desmovilizar esta semana los campamentos bolsonaristas concentrados frente al cuartel general del Ejército.
“Ellos (el Ejército) hicieron una maniobra la semana pasada para tratar de desmantelar las carpas, desalojarlas, pero creo que esta semana se intensificará. Tenemos un contacto constante con ellos, con el Ejército, para que podamos avanzar en este tema”, manifestó Danilo en sus declaraciones al diario paulista.
El tema, además, de acuerdo a lo que informó Folha de São Paulo, también está aumentando la presión sobre el Ejército, ya que las máximas autoridades judiciales del país, los integrantes del Supremo Tribunal Federal, vienen reclamando desde hace semanas la desmovilización de los manifestantes golpistas, en Brasilia y en el resto del país.
Según miembros de alto rango de la fuerza, existe la intención de desmantelar el lugar de las movilizaciones en Brasilia para el viernes. Una fuente militar bajo condición de anonimato declaró al diario paulista que el día de la asunción de Lula aún habrá algunas personas frente al cuartel, pero el campamento estará casi al 100% desmovilizado.
Para los militares, si el desmantelamiento de esta movilización se hace en forma violenta, podría subir la temperatura y empeorar el escenario futuro.
Si bien algunos militares de alto rango defendieron las manifestaciones frente a la sede del Ejército en Brasilia, el discurso general de los integrantes de las Fuerzas Armadas fue cambiando con el pasar del tiempo y al ver como las manifestaciones en principio pacíficas fueron tornándose más violentas.