El gobierno de Turquía convocó este lunes al embajador francés en Ankara, Hervé Magro, para transmitirle su malestar por las manifestaciones kurdas que se repiten en Francia y que en su opinión difunden “propaganda antiturca”. Las manifestaciones se desataron en repudio al asesinato de tres kurdos cometido el viernes en París por un francés. Para la comunidad kurda, el caso debería investigarse como un ataque político.

El gobierno de Recep Tayyip Erdogan acusa a Francia de permitir que militantes del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), al que Turquía y la Unión Europea consideran un grupo terrorista, se manifiesten en las calles de París con pancartas que vinculan a Ankara con el hombre que cometió los asesinatos. “Hemos expresado nuestro descontento frente a la propaganda lanzada por círculos del PKK contra nuestro país”, dijo una fuente diplomática turca citada por el diario Libération. Las autoridades turcas le transmitieron al embajador francés su “preocupación” por la “propaganda negra contra Turquía”, según las agencias Efe y Anadolu.

El domingo el gobierno turco condenó el atentado del viernes, pero calificó de “terroristas” las protestas. El lunes el portavoz de la presidencia turca, Ibrahim Kalin, difundió un mensaje en Twitter en el que atribuye las movilizaciones al PKK. “Este es el PKK en Francia. La misma organización terrorista que apoyan en Siria. El mismo PKK que ha matado a miles de turcos, kurdos y fuerzas de seguridad en los últimos 40 años. Ahora queman las calles de París. ¿Van a seguir callados?”, tuiteó.

A su vez, Ömer Çelik, el portavoz del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco), que gobierna Turquía, atribuyó el “racista y fascista” tiroteo del viernes al “aumento de la xenofobia, la islamofobia y el rechazo a los inmigrantes en la política y en los medios de comunicación de Francia”. Pero consideró que Francia “debe reflexionar bien” sobre los “simpatizantes del PKK que, justo después de ese hecho, salieron a la calle para perturbar el orden público, agredir a las fuerzas policiales, quemar coches y saquear tiendas”. Pidió que no se confunda a la comunidad kurda con los participantes en la guerrilla del PKK.

En Francia, las autoridades investigan el ataque del viernes como obra de un exempleado ferroviario francés, de 69 años, que ya había sido condenado por ataques a inmigrantes. Según las autoridades, también en este caso actuó con el objetivo de atacar a extranjeros. La investigación caratuló el ataque como un acto racista pero no terrorista.

Este enfoque generó críticas de la oposición política de izquierda. Es el caso del líder de la Francia Insumisa, Jean-Luc Mélénchon, que pidió que intervenga la Fiscalía antiterrorista.

Este lunes cerca de un millar de personas homenajearon a los tres kurdos asesinados en las inmediaciones de un centro cultural de esa comunidad en París, en la calle Enghien. Una de las víctimas es Emine Kara, una excombatiente contra el Estado Islámico en el Kurdistán sirio. Las otras son Mir Perwer, refugiado político, y Adulrahman Kizil.

Desde el lugar del asesinato, los manifestantes marcharon hasta la calle Lafayette, donde el 7 de enero de 2013 también fueron tiroteados tres activistas kurdos, en un atentado que nunca fue esclarecido del todo. En el cierre de la movilización, una portavoz kurda acusó al gobierno de Recep Tayyip Erdogan por las muertes del viernes, informó Efe.

Las manifestaciones del lunes fueron pacíficas, mientras que las del sábado, que reunieron a varios miles de personas, terminaron con disturbios y enfrentamientos de una minoría de los manifestantes con las fuerzas de seguridad, que respondieron con gases lacrimógenos. Personas con chalecos con las siglas del Comité Democrático Kurdo en Francia, que organizó la manifestación, trataron de mantener la seguridad.

El lunes también hubo una protesta frente al consulado de Francia en Estambul contra el atentado del viernes, convocada por varias organizaciones culturales kurdas. Allí, la Policía turca rodeó a los manifestantes y detuvo a varios de ellos.

Entre los participantes se encontraba Musa Piroglu, un diputado del izquierdista y kurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por sus siglas en turco). “Los gobiernos hacen lo mismo en todas partes: matan a gente y prohíben protestar. Aquí todos son partícipes. El gobierno francés es partícipe, y el gobierno turco, que detiene a quienes quieren protestar, también se hace partícipe del crimen”, dijo Piroglu.