En la primera salida de su país desde que comenzó la guerra, hace ya más de 300 días, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se reunió este miércoles en la Casa Blanca con su homólogo estadounidense, Joe Biden. Al ingresar a la Oficina Oval, antes de comenzar la reunión bilateral que se realizó a puertas cerradas, Biden le dijo a Zelenski: “Estoy encantado de que hayas podido hacer este viaje. Es un honor estar unidos en la defensa de esta guerra brutal”. Por su parte, Zelenski, de acuerdo a lo que informó el portal político estadounidense The Hill, le regaló a Biden una medalla de un capitán de artillería ucraniano que está combatiendo en la línea de frente de Bajmut, en la región del Donbás.

“No la merezco, pero la aprecio mucho”, expresó Biden al recibir la medalla de manos de su visitante. En sus primeras palabras ante los medios, el mandatario ucraniano dijo que hubiera querido ir antes a Estados Unidos para manifestarle “todo mi aprecio desde mi corazón y desde el corazón de todos los ucranianos”. También agradeció a Biden, al Congreso y a la “gente común” por el apoyo que la nación le está dando a Ucrania desde que empezó la invasión rusa, el 26 de febrero.

Luego del encuentro con Biden, Zelenski se trasladó al Capitolio donde brindó un discurso ante las dos cámaras del Congreso.

Esta visita, por demás significativa, se produjo el mismo día en el que la administración Biden informó que aprobó un paquete de ayuda militar muy esperado por el gobierno de Kiev, de aproximadamente 1.850 millones de dólares, en el que se incluye el sistema de defensa aérea Patriot.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, detalló, en un comunicado publicado horas antes del arribo de Zelenski a Washington, que la asistencia incluye 1.000 millones de dólares para proporcionar al ejército ucraniano “capacidades de ataque de precisión y defensa aérea ampliadas”, y 850 millones adicionales en asistencia de seguridad. La transferencia del sistema Patriot no sólo brindará a Ucrania la capacidad de enfrentar los ataques aéreos rusos de manera significativamente superior, sino que también es una victoria simbólica para el gobierno de Zelenski, porque desde hace meses tanto él como otros altos funcionarios del gobierno ucraniano vienen reclamando la entrega de ese sistema de defensa junto a otras armas sofisticadas.

Respuesta desde el Kremlin: “La patria, el gobierno va a dar todo lo que pida el ejército. Todo”

El miércoles, durante la realización de una sesión ampliada del Ministerio de Defensa, el presidente ruso, Vladimir Putin, se comprometió a dar a su ejército todo lo que pida en una reunión con los principales oficiales militares de Rusia cuando la guerra en Ucrania está entrando en su undécimo mes. Hablando en Moscú, Putin dijo que no había ningún tipo de “restricciones de financiación” para el ejército. “La patria, el gobierno va a dar todo lo que pida el ejército. Todo”, manifestó en tono enfático el mandatario.

En el mismo encuentro, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, solicitó que las fuerzas armadas del país se amplíen de su actual millón de militares a 1,5 millones, incluyendo alrededor de 700.000 soldados voluntarios contratados. Además, Shoigu propuso elevar el rango de edad del servicio militar obligatorio para cubrir a los ciudadanos rusos de 21 a 30 años.

Putin también llamó a los altos mandos militares y a los técnicos que trabajan en el ejército a que mejoren la capacidad de las armas nucleares con las que cuenta el país, la aviación estratégica, los misiles intercontinentales y los submarinos atómicos.

Putin consideró a estos tres tipos de armamento “la principal garantía” de la soberanía e integridad territorial rusa, el equilibrio de fuerzas en el mundo y la paridad nuclear con Estados Unidos.

Destacó que el porcentaje de armamento moderno en las fuerzas estratégicas nucleares rusas “supera el 91%”, de acuerdo a lo que consignó la agencia estatal de noticias rusa TASS.

Concretamente, Putin informó sobre la pronta entrada en servicio de los misiles balísticos intercontinentales Sarmat, capaces, según las palabras del presidente ruso, de burlar cualquier escudo antimisiles existente en el mundo.

Por su parte, Shoigu también anunció la intención de formar nuevas unidades militares en el oeste de Rusia, a los efectos de contrarrestar los planes de Finlandia y Suecia de unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, sobre todo en la república rusa de Carelia, fronteriza con el territorio finés.

En su discurso del miércoles, Putin una vez más acusó a Occidente, en particular a Estados Unidos, de provocar el conflicto en Ucrania. “Siempre consideramos al pueblo ucraniano como un hermano, y todavía lo creo”, declaró Putin. “Lo que está pasando es ciertamente una tragedia, pero no es el resultado de nuestra política”, agregó.

Putin calificó a los países occidentales de “enemigos estratégicos” de Rusia, que se han esforzado durante siglos por debilitar e incluso desintegrar a su nación. “El país les parece a ellos demasiado grande y amenazante, por lo que alientan la división”, manifestó.

Según el presidente, Rusia buscó ser parte del “llamado mundo civilizado”, pero resultó que “no éramos bienvenidos allí”, mientras que el enfrentamiento con las fuerzas hostiles en Ucrania era inevitable, enfatizó.

También este miércoles, en una conferencia de prensa en Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se refirió puntualmente a la entrega de los misiles Patriot por parte de Estados Unidos a Ucrania y dijo que “la variedad de armas suministradas se está expandiendo”. “Todo esto, por supuesto, conduce a un agravamiento del conflicto y, de hecho, no augura nada bueno para Ucrania”, dijo Peskov en su contacto con periodistas de medios locales e internacionales.