El presidente estadounidense Joe Biden aprobó este miércoles el despliegue de unos 3.000 soldados estadounidenses adicionales en Europa del Este, informaron funcionarios de gobierno.

Las tropas, entre las que se incluyen 1.000 soldados que ya están en Alemania, se irán a Polonia y Rumania, dijo el portavoz del Pentágono, John F Kirby, en declaraciones recogidas por The New York Times.

El jerarca especificó que, si bien Estados Unidos no tiene intención de enviar tropas a Ucrania, donde la amenaza de una invasión rusa está latente, Biden se comprometió a proteger a sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en caso de una agresión del Kremlin. “Es importante que enviemos una fuerte señal a Vladimir Putin y al mundo de que la OTAN es importante”, dijo Kirby a los periodistas en una conferencia de prensa. Por el momento, Rusia amenaza a Ucrania, no a Rumania o Polonia, pero desde Moscú se dejó claro su malestar por el rediseño del mapa de Europa posterior a la Guerra Fría, que puso a las exrepúblicas soviéticas y a los países que integraban el Pacto de Varsovia dentro de la alianza militar más importante de Occidente muy cerca de sus fronteras.

Alrededor de 2.000 soldados –la mayoría integrantes de la 82ª División de Paracaidistas con asiento en Fort Bragg, en el estado de Carolina del Norte– irán a Polonia, dijo Kirby, quien agregó que los efectivos que están yendo hacia Rumania se unirán a las tropas francesas que ya están allí. La administración Biden no descartó enviar tropas adicionales a Europa, y todavía tiene 8.500 soldados estadounidenses en “alerta máxima” para un posible despliegue en una fuerza de respuesta rápida de la OTAN.

Según informaron medios estadounidenses, la decisión del presidente de mandar tropas a Polonia y Rumania se produce días después de que altos líderes del Pentágono dijeran que los rusos habían desplegado las tropas y el equipo militar necesarios para llevar a cabo una invasión de Ucrania.

Se estima que el número de soldados rusos que están reunidos en las fronteras con Ucrania ronda los 100.000 efectivos.

Como era de esperar, desde Moscú se reaccionó con molestia ante el movimiento de tropas estadounidenses. En declaraciones a la agencia de noticias rusa Interfax, el viceministro de Exteriores, Alexander Grushko, calificó de “destructiva” la medida tomada por el gobierno de Biden. Grushko dijo que el envío de soldados a Polonia y Rumania se trata de un paso “que nadie justifica” y que “aumenta la tensión militar” en la zona. Además, el funcionario del Kremlin advirtió que este tipo de acciones van quitando el lugar a las “decisiones políticas”.